Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Patrimonio naval

El renacer de una goleta histórica

La embarcación Miguel Caldentey culmina la primera fase de su restauración tras años de abandono

La embarcación, amarrada en el puerto francés de Port-Vendres.

El pasado domingo llegó a aguas de Port-Vendres (en el sur de Francia) la goleta mallorquina Miguel Caldentey. Con su botadura, la histórica embarcación culmina su primera fase de restauración tras años de abandono que casi le costó su desaparición. La embarcación cuenta con uno de los mayores rangos de protección, puesto que está declarado monumento histórico.

El pailebote es un viejo conocido de las aguas mallorquinas. El Miguel Caldentey es una goleta construida en los astilleros Llompart de Palma en 1913. Fue uno de los últimos pailebotes construidos en la isla y se destinó al transporte de productos desde Sóller a los puertos de Barcelona, Valencia, Alicante, Seta, Marsella, Palamós y otros. Básicamente se dedicó al transporte de cítricos, cereales y maderas.

En 1973 dejó el transporte de cabotaje, y hasta 2008 tuvo una vida muy agitada. Como recoge el Museu Marítim de Barcelona cambió varias veces de propiedad (alguna de las cuales de titularidad pública), también de puerto, de actividad y de nombre. En 2007, en un momento en que se encontraba en un estado lamentable después de ser abandonado en el puerto de Canet del Rosellón, varias personas y entidades francesas dieron el grito de alarma y despertaron el interés para la recuperación de esta emblemática embarcación.

Se creó la Association pailebote Miguel Caldentey con el objetivo de hacerse cargo de restaurarlo para que vuelva a navegar y ofrecerle una nueva vida. Con esta finalidad se llevó a la orilla del canal de La Robine (Narbona), donde en 2008 comenzaron los trabajos de recuperación y restauración a cargo de Yann Pajot, carpintero de barcos, en el que ha trabajado durante once años para dejarlo en su estado original utilizando los mismos materiales que en su origen.

El Miguel Caldentey se podrá visitar en el futuro y se dará a conocer su historia. En pocos años, la goleta debería recuperar su vocación: la carga de productos regionales por el Mediterráneo.

Compartir el artículo

stats