La pandemia de la coronavirus. Uno de los acontecimientos populares más multitudinarios de la isla, la Pujada a Lluc a peu de la Part Forana, no se celebrará este año debido a la "incertidumbre" que genera el regreso a la 'nueva normalidad', según informaron este miércoles fuentes de la organización que corre a cargo cada año de la asociación de Antics Blavets del santuario de la Serra de Tramuntana.

La organización anunció este miércoles a mediodía la suspensión de la Pujada debido a la crisis sanitaria originada por la Covid-19 y con el objetivo de "respetar las recomendaciones y directrices realizadas por la autoridad sanitaria y ante la incertidumbre que el regreso a la 'nueva normalidad' supone".

El colectivo que desde hace 40 años organiza esta marcha con meta en el santuario de Lluc añade que su "principal prioridad" es la de "garantizar la seguridad de todos los participantes" en la actividad y que ha tomado la decisión de suspender la marcha de este año porque no puede garantizar un "riesgo cero" de contagios.

La Pujada, como cada año, estaba programada para el segundo fin de semana de septiembre, una jornada que suele coincidir con la Diada de Lluc y que va acompañada de numerosos actos festivos en el santuario de la Serra.

La asociación de Antics Blavets, no obstante, anima a todos los participantes a formar parte de la Pujada del próximo año 2021, que debería afrontarse "con más ánimos que nunca".

Tradicionalmente, desde hace 40 años, la Pujada a Lluc de la Part Forana moviliza a miles de mallorquines procedentes de toda la geografía isleña que caminan desde sus respectivos pueblos en dirección a Lluc durante toda la madrugada del sábado al domingo del segundo fin de semana de septiembre. En la edición del pasado año participaron unos 8.000 marxaires de 45 pueblos diferentes. La marcha de 2019 coincidió con el acto oficial de despedida de los misioneros del Sagrat Cor, que dejaban de administrar Lluc tras 128 años de gestión.