Los servicios que puedan tener este verano las playas de la isla es un tema que genera muchas incertidumbres. ¿Habrá sombrillas? ¿Y hamacas? En algunas zonas, como es el caso de Manacor la concesionaria ha renunciado ante las malas previsiones de la temporada y sus playas no lucirán estos elementos. Sant Llorenç es otro de los municipios que ha visto como la empresa que explotaba estos servicios renunciaba a causa de los daños provocados por el temporal Gloria de enero alegando que la rentabilidad económica ya se había visto afectada por la quiebra de Thomas Cook. Ante esta situación, el consistorio aceptó la renuncia y puso en marcha un nuevo pliego de condiciones para volverla a adjudicar, un proceso que quedó paralizado con la crisis del Covid- 19. En estos momentos, el Ayuntamiento está a la espera de saber si es viable hacer un contrato menor para la gestión de solo unos meses. Si esta opción no es posible, el consistorio llorencí estudia la posibilidad de asumir la gestión de los servicios de playa, "en este caso, incluso sin cobrar, porque lo que nos interesa es facilitar y dar buena impresión al turista que nos visita". Son palabras del primer edil, Mateu Puigrós, que puntualiza que para ello "se tendrá que estudiar un plan de viabilidad económica para cumplir con el plan económico financiero del Gobierno central".
Por su parte, en Son Servera se está a la espera de que los técnicos municipales se pronuncien sobre si aceptan la rescisión del contrato solicitada hace unos meses por la actual concesionaria de los servicios de playa. Una vez se cuente con la valoración de los técnicos, el consistorio estudiará qué medidas se tomarán de cara a la temporada actual afectada por la normativa del Covid-19. Así lo explicó la responsable de Turismo, Margalida Vives.
Protocolo en Alcúdia
Alcúdia confía abrir sus playas el 8 de junio con la mayoría de sus servicios. De momento, se ha creado un comité de gestión del Covid-19 en los arenales del municipio con el objetivo de tener listo la próxima semana un protocolo de prevención y actuación ante la pandemia. El tema de hamacas precisa mucha atención ya que incluye medidas higiénicas y de distancia social. "Se generan muchas dudas que se irán trabajando esta semana", explican desde el consistorio que ha recordado que esta temporada se colocarán el 50% de las hamacas.
Por su parte, el vicepresidente primero de la Federació d'Entitats Locals de les Illes Balears, Josep Marí, explica que el primer paso que han dado los ayuntamientos ha sido contactar con Costas para solicitar si estarían dispuestos a revisar la tasa que cobran a los consistorios. "La respuesta no ha sido del todo positiva pero sí bastante favorable porque nos piden que paguemos el cánon para luego pedir una devolución en función de lo mala que haya sido la temporada", concreta el también alcalde de Sant Josep de sa Talaia.
Precisamente, otra de las decisiones tomadas por los ayuntamientos ante la situación de incertidumbre generada por la crisis del coronavius ha sido aplazar el pago del cánon, que los concesionarios de los servicios de playa debían abonar el 15 de mayo y ahora el plazo es el 30 de junio, una fecha que ya permitirá, admite Marí, tener una idea de cómo irá la temporada turística.
Felib
Ante las incertidumbres generadas en tema de playas, la Federació d'Entitats Locals de les Illes Balears (FELIB) ha creado una comisión específica de los municipios con zonas de costa. El vicepresidente primero de la entidad, Josep Marí, reconoce la preocupación que existe en el seno de los consistorios. Marí deja claro que no puede hablar de forma unificada porque a cada municipio le afecta de una forma, pero existe la preocupación de que las concesiones queden desiertas o si ya están adjudicadas, que la empresa ante la situación actual no esté de acuerdo. Por ello, se ha optado por crear esta comisión integrada por alcaldes y alcaldesas de zonas de costa que celebrarán su primera reunión esta semana. Servirá, avanza, para poner en común sus preocupaciones, además de tratar la parte jurídica de dichas concesiones. Y es que de momento los ayuntamientos no tienen instrucciones sobre los pasos a seguir. "Si las sombrillas deben estar más separadas, no cabrán las mismas", afirma Marí, por ello, estudian si es viable cobrar por los elementos instalados.
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