El Gob ha instado a la Conselleria de Medio Ambiente a "abandonar las fumigaciones masivas" y adoptar unos "criterios ecológicamente más respetuosos" con la oruga de la encina (Lymantria dispar), una mariposa nocturna que en su fase de oruga se alimenta principalmente de hojas de encina. Según ha criticado el grupo ecologista, Medio Ambiente está realizando una importante campaña de fumigación en encinares de la Serra de Tramuntada y el Pla de Mallorca.

Desde el colectivo han recordado que se trata de un insecto que tiene un comportamiento cíclico, bien conocido por ejemplo en Menorca, donde algunos años se producen explosiones en la población de individuos y se genera una defoliación de los encinares, seguida de la desaparición de las luciérnagas. Según han señalado, la defoliación dura unas semanas hasta que se completa el rebrote con las nuevas hojas. "Nunca ha supuesto ningún impacto grave para los encinares, ni evidentemente los ha hecho desaparecer, sino que forma parte de su dinámica natural", han explicado desde el Gob.

En este sentido, la formación ecologista ha criticado que la fumigación contra la oruga de la encina, "aunque se realice con plaguicidas de origen biológico no es exclusiva, ya que afecta a cualquier especie de mariposa que en las fechas de fumigación se esté alimentando del encinar durante su fase de oruga". Asimismo, han asegurado que el número de especies que son víctimas colaterales es "muy importante" y que la eliminación puntual de un gran número de orugas y mariposas "genera en los encinares un descalabro ecológico y una merma en la disponibilidad de alimento para las aves insectívoras y para otras especies de insectos que son controladoras naturales de Lymantria".

Por este motivo, el GOB ha pedido abandonar estos tratamientos masivos de las masas forestales y ha recordado que la Lymantria "responde muy bien al trampeo con feromonas". "La instalación de cajas nido y refugios para aves insectívoras y murciélagos es una buena vía para favorecer el control biológico de las explosiones de esta especie", han indicado.

Por su parte, la conselleria de Medio Ambiente ha recordado que "esta campaña, que combina el trampeo con la fumigación con el producto biológico Bacillus thuringiensis, surge tras la última explosión cíclica de Lymantria dispar en 2018 a petición de los ayuntamientos afectados". Se trata, explican fuentes del departamento de Miquel Mir, de un plan de control que engloba el periodo 2019-2022, además el servicio de sanidad forestal ha constatado la eficacia del tratamiento en su primer año de aplicación, ya que ningún encinar se encuentra en el nivel máximo de afectación. La conselleria reitera que se trata de un producto respetuoso con las abejas y que es compatible con la agricultura ecológica, además bajo ningún concepto se aplica en núcleos urbanos ni en masas de agua. Finalmente, recuerda que como ya ocurrió en la campaña del año pasado, de momento, no se ha registrado ninguna incidencia con el tratamiento.