La celebración de las fiestas de verano en los pueblos mallorquines sigue estando en el aire, a la espera de decisiones supramunicipales que marquen las pautas de la seguridad colectiva. Mientras, los municipios han empezado a mostrar algunas fisuras sobre el futuro de las celebraciones. "Existen diferencias entre los diferentes municipios sobre la posibilidad de celebrar fiestas y verbenas este verano; mientras algunos alcaldes y alcaldesas son partidarios de poder celebrarlas, otros apelan a la prudencia y prefieren no arriesgarse pero el debate está abierto y de momento no hay nada decidido", reconoce el presidente de la Federació de Municipis de les Illes Balears (FELIB), Antoni Salas.

Pero entre los alcaldes consultados por este periódico reina la prudencia y ninguno quiere avanzar la decisión de celebrar o suspender definitivamente los actos más populares de las fiestas veraniegas. En ese sentido en Petra "ya sabemos que no celebraremos ' Les Clovelles' como en los últimos años, seguramente podremos salvar la parte más simbólica de la fiesta con el ' Dimoni' y ' Santa Praxedis', pero no la batalla multitudinaria de cáscaras de almendra", explica el alcalde, Salvador Femenias. Pero en Petra sí que se prevé "una verbena como las de la década de 1960, con una pequeña orquesta, sin baile y con mesas y sillas para grupos de gente en la plaza", añade el regidor petrer.

Incertidumbre sobre el Much

En Sineu tampoco está claro que se pueda celebrar el Much, una de las neofiestas que en los últimos años ha congregado a miles de jóvenes de toda Mallorca por la originalidad de la propuesta festiva. "A finales de junio o a principios de julio veremos cuáles son las posibilidades de celebrar la fiesta este verano, parece que no podrá haber concentraciones multitudinarias pero normalmente lo preparamos todo en dos semanas y sea cual sea la situación nos adaptaremos a las circustancias", asegura Joan Munar, miembro de la Confraria Muchal Foundation, que agrupa los organizadores de la fiesta que rinde pleitesía al Much del Puig de Reig.

Con la misma prudencia plantean las fiestas del próximo verano en Santa Margalida y en Can Picafort. "Nos preocupa no poder celebrar los fuegos artificiales y la suelta de patos de goma pero estamos supeditados a las restricciones previstas para ir a la playa y también a la limitación en el número de asistentes a los actos festivos", explica el alcalde del municipio, Martí Torres. Pero de momento los vileros no descartan nada, "mantenemos la esperanza pero tampoco sabemos qué pasará con la tradicional processó de la Beata; lo decidiremos quince días antes, es el tiempo que necesitamos para montar las carrozas", añade el alcalde de Santa Margalida. Y es que la considerada como la procesión más bonita de Mallorca congrega cada año a miles de personas y es uno de los actos más multitudinarios del municipio del Nord de la isla.

En Pollença tampoco saben cómo quedará finalmente el programa de fiestas de la Patrona, cuyo acto más representativo y más conocido alrededor de la isla es el simulacro de moros y cristianos. El Ayuntamiento tiene claro que este no se celebrará tal y como lo conocemos, pues es una de las fiestas con más aglomeraciones de la isla, pero estudia una fiesta alternativa de la cual todavía no ha trascendido el programa.

En Son Servera, donde las fiestas de Sant Joan se viven con intensidad, de momento no hay nada previsto, aunque se está estudiando programar una versión del sopar a la fresca por calles y con grupos reducidos de comensales para que se pudiera hacer delante de los domicilios particulares, siempre bajo control policial para evitar multitudes.

Capdepera, por su parte, celebra la XXI edición de su Fira medieval de manera virtual. La organización pide que se decoren las fachadas y balcones con los escudos de cada año, que la gente se vista de la Edad Media en sus casas y envíe la foto a la organización para publicarlas en redes sociales. También se organizarán actividades escolares de pintura y se ha instado a los que hayan participado en otras ediciones, con sus puestos, a enviar fotos y un mensaje para publicarlo en Internet. También se preparan tres actuaciones musicales con batucada, xeremies i flabiols y la banda de música dentro del recinto del Castillo que serán emitidas en directo por las redes sociales.

Llorenç Perelló, alcalde de Alaró, comentó la pasada semana a este diario como responsable de su municipio, y no de toda la comarca del Raiguer, que era partidario de "priorizar la salud" y diseñar unas fiestas "de pequeños actos con inscripción previa o aforo restringuido", nada de actos multitudinarios.

Entorno cambiante

"Nos movemos en un entorno cambiante, no sabemos cuándo avanzaremos en el desconfinamiento, ni siquiera sabemos si en la llamada nueva normalidad se permitirán las aglomeraciones de gente", asegura el presidente de la FELIB. Por eso "es muy difícil tomar una decisión en estas circunstancias, está la salud de las personas, la crisis en el sector cultural y en los espectáculos o las restricciones que nos vienen impuestas desde Madrid o Palma", añade Antoni Salas.

En ese sentido la federación de municipios no descarta promover que algunas verbenas se puedan celebrar en una versión en pequeño formato. "Con las plazas cerradas se podría controlar el aforo y sortear las entradas entre los interesados", apunta. Además, desde la federación "se barajan diferentes posibilidades porque se podrían celebrar conciertos con el público en su casa, de forma virtual o también subiendo a los músicos a un remolque que podría recorrer las diferentes calles", plantea el presidente de la FELIB.

Aunque "en lo que sí hay unanimidad es en reducir los posibles programas festivos para dedicar parte del presupuesto a ayudas sociales", concluye Antoni Salas. Todos son conscientes de que este año las fiestas de verano no serán las de siempre, aunque ello no debe ser impedimento para que la diversión esté asegurada.

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