El consejo de Administración de la sociedad mercantil estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha aprobado el pliego para la licitación del contrato de los servicios de asistencia técnica para la redacción del proyecto de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Can Picafort y el anteproyecto del emisario submarino, en el municipio de Santa Margalida.

Según informó ayer Delegación del Gobierno, el valor estimado del contrato asciende a 446.827 euros y el plazo máximo de ejecución de los trabajos será de 12 meses.

Actualmente, las aguas residuales de Can Picafort son impulsadas a la depuradora de la Playa de Muro, cerca del parque natural de s'Albufera, y son conducidas mediante un emisario terrestre a unos pozos drenantes ubicados en el término municipal de Santa Margalida, donde son infiltradas.

El aumento poblacional de los dos núcleos turísticos, Muro y Can Picafort, ha hecho que las instalaciones existentes "sean insuficientes" para dar servicio a ambas poblaciones, en particular en la temporada estival. La carga conectada a la depuradora existente supera actualmente la carga de diseño, "por lo que no es posible garantizar una adecuada depuración". Tampoco se cumplen los parámetros de vertido exigidos para las zonas declaradas sensibles, según la directiva sobre tratamiento de aguas residuales urbanas.

La alternativa seleccionada para solucionar el problema, que cuenta con declaración de impacto ambiental positiva, consiste en construir una nueva depuradora en la margen derecho del barranco de Son Bauló, a unos tres kilómetros de su desembocadura, donde se conducirán, mediante estaciones de bombeo, los vertidos de Can Picafort. Los vertidos de Muro seguirán depurándose en la actual depuradora de ese municipio.

Una vez tratadas, las aguas serán dirigidas mediante un emisario submarino de 3,8 kilómetros de longitud, ejecutado con perforación dirigida en 1,4 kilómetros, a la bahía de Alcúdia. La actuación prevé una inversión de 19,5 millones de euros.

Cabe recordar que la construcción de la nueva depuradora de Can Picafort es rechazada de plano por el ayuntamiento de Santa Margalida al considerar que podría provocar un gran impacto ambiental en la bahía de Alcúdia, donde se vertirán las aguas depuradas a través de un emisario submarino. El Consistorio había propuesto diversas soluciones alternativas que finalmente no se han tenido en cuenta, ya que el gobierno sigue adelante con la nueva infraestructura.