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En estado de alarma

Pollença busca la fórmula para celebrar la fiesta patronal sin los moros y cristianos

El Ayuntamiento descarta la celebración del simulacro mientras espera un protocolo claro sobre las fiestas populares

Una imagen de la batalla del pasado año 2019, que no se repetirá este año. g. bosch

Las fiestas patronales de Pollença se quedarán este año sin su plato más fuerte: el simulacro de batalla entre moros y cristianos. Todo indica que ni Joan Mas ni Dragut capitanearán este año a sus tropas el próximo mes de agosto por las calles de Pollença debido a las restricciones impuestas a los actos multitudinarios con motivo del coronaviruscon motivo del coronavirus. No obstante, el municipio tendrá su programa festivo adaptado a las nuevas circunstancias.

Aunque de momento todo se mueve en el terreno de las hipótesis a falta de un protocolo sobre las fiestas populares, el Ayuntamiento tiene claro que no habrá batalla entre moros y cristianos. "Esto, ni pensarlo", señaló ayer de forma contundente el alcalde Tomeu Cifre Ochogavía. "Las verbenas tampoco podrán celebrarse", añadió. No obstante, el Consistorio ya se ha reunido en diversas ocasiones para pensar un programa "diferente" del cual todavía no ha trascendido el primer borrador. Todo está a la espera de conocer la normativa a la que deberán adaptarse todos los municipios de la isla a la hora de programar las fiestas de verano. "Los colectivos que organizan las fiestas han enviado muchas propuestas, pero todavía no sabemos cómo lo haremos", señala Cifre.

Sin votaciones

Por su parte, el regidor de Juventud, Mateu Soler, explica que "se trata de dar una nueva vuelta a las fiestas, ya que la batalla no podrá hacerse". De momento, ya se ha decidido que este año no habrá fuegos artificiales. Y si no hay simulacro de batalla, tampoco se llevará a cabo, "salvo sorpresa", la popular votación que cada mes de julio decide el nombre de los protagonistas de los moros y cristianos con una elevada participación popular.

Sin embargo, ello no quiere decir que los pollencins y pollencines no puedan revivir la fiesta de forma diferente. "Tal vez la gente pueda vestirse de moros y cristianos desde sus portales, pero no habrá actos multitudinarios", añade el regidor, que a título personal prefiere no organizar un simulacro "virtual" a modo de alternativa a la celebración tradicional.

No solo en el programa de la Patrona trabaja el Ayuntamiento. Otras fiestas populares del municipio siguen en el aire. También la organización del Festival de Pollença, uno de los actos culturales más importantes del verano mallorquín, esté pendiente de los acontecimientos.

Antes del decreto del estado de alarma, el Consistorio ya tenía una primera propuesta de programación musical que deberá modificarse. El único concierto que estaría confirmado es el de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears. La organización está pensando diferentes fórmulas para celebrar un formato mucho más reducido del festival. Limitar el aforo del claustro de Sant Domingo e instalar pantallas en el exterior es una de las posibilidades que se han puesto sobre la mesa.

"Las tecnologías pueden ayudar mucho en este caso, se pueden programar conciertos de pequeño formato con presencia de músicos pollencins", explica Soler. De momento, siguen imperando las dudas sobre la planificación de los principales eventos festivos del municipio.

Suspensión

El simulacro de moros y cristianos de Pollença se ha celebrado de forma ininterrumpida desde hace unos ochenta años. La última vez que se suspendió la fiesta fue con motivo de la Guerra Civil y no se recuperó hasta principios de los años 40, según explica el historiador 'pollencí' Pere Salas.

Además, ha habido otros periodos históricos en los que la fiesta se suspendió por motivos económicos, como en la etapa entre 1864 y 1882 o en los años 20 del pasado siglo.

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