La parroquia de Sant Bartomeu de Sóller acogerá próximamente un gran funeral en memoria de todas las personas que hayan fallecido en el municipio durante el estado de alarma, un período durante el cual las iglesias están cerradas y no se permiten los actos religiosos. El rector de Sóller, Eugeni Rodríguez, ha explicado que tras el levantamiento del confinamiento obligatorio "celebraremos un solemne funeral dedicado a todos los muertos durante el período de confinamiento". Rodríguez explicó que las restricciones actuales sólo permiten realizar pequeños actos de carácter religioso en los entierros de los difuntos, a pie de tumba, en los que no pueden participar más de tres personas. Estas exequias están reguladas desde que se decretó el estado de alarma con el que se cerraron los templos y dejaron de realizarse actos litúrgicos con feligreses. Rodríguez explicó también que además del gran funeral, la comunidad de párrocos de la comarca celebrarán misas exequiales individualizadas para aquellos familiares de difuntos que así lo deseen. Desde que se decretara el estado de alarma a mediados del pasado mes de marzo, en Sóller se han registrado una docena de defunciones.