Vecinos del Port de Sóller denunciaron ayer ante las autoridades la aparición, a primera hora de la mañana, de dos veleros que fondearon en aguas de la bahía. Se trata de una práctica que está prohibida desde que se decretó el estado de alarma.

La Guardia Civil se hizo cargo de las diligencias administrativas contra los ocupantes de estas dos embarcaciones por haberse saltado el confinamiento que obliga a mantener amarradas todas las embarcaciones de recreo.