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Sant Marc, caracoles confinados

Muchas casas preparan hoy este manjar para cumplir, pese al estado de alarma, con la tradición y evitar 'ser tocats'

La cultura popular señala que comer caracoles en Sant Marc, hoy día 25 de abril, previene ser tocats. O lo que es lo mismo, previene enfermedades como el ictus o las embolias. Y ya sea por tradición o para alejar esas dolencias, lo cierto es que a finales del mes de abril cada año el consumo de caracoles en Mallorca marca un pico. Y, así, durante la jornada de Sant Marc los restaurantes que sirven caracoles y las granjas que los crían hacen su agosto. Aunque este año han tenido que adaptarse a las circunstancias que impone el confinamiento, la devoción por los caracoles de Sant Marc sigue más viva que nunca en muchos rincones de Mallorca.

Uno de los locales más caragolers de Llucmajor es el Bar Prohens. Allí antes del confinamiento "cada miércoles servíamos caracoles y en Sant Marc no dábamos abasto, teníamos el bar lleno hasta la bandera y también los hacíamos por encargo para que nuestros clientes pudieran comerlos tranquilamente en su casa y en familia", explica Montserrat Cantallops, el responsable de este bar situado en la plaza principal de Llucmajor. Con el estado de alarma activo "nos desanimamos y dimos este Sant Marc por perdido; pero por suerte tenemos una clientela que vale su peso en oro y nos empezaron a llamar para preguntar si serviríamos caracoles a domicilio", confiesa la otra gerente del Bar Prohens, Francisca Maria Barceló. "Enviamos un WhatsApp a nuestros clientes habituales anunciándoles que podían encargar raciones de caracoles con nuestro allioli de patata y ya tenemos más del doble de pedidos que el año pasado", añade emocionada Barceló.

Ese boom por los caracoles a domicilio tampoco ha pasado de largo en la granja Caragols Son Pou, ubicada cerca de Felanitx. "Con el cierre de bares y restaurantes las ventas habituales han caído pero en Sant Marc la demanda ha crecido espectacularmente", explica su propietario, Biel Sbert, que en los últimos días ha preparado unos 350 quilos de caracoles para consumir en casa. Además de repartir caracoles crudos a domicilio, también los sirven cocinados "los hacemos a la manera tradicional, con caldo, hierbas aromáticas y un poco de carne pero también hacemos dos recetas más, los preparamos al horno y cocinados en salsa de tomate picante", añade el responsable de Caragols Son Pou.

Además la demanda de caracoles por Sant Marc también repercute en las pequeñas tiendas como la de Can Magí de Son Servera y que también sirve en Sant Joan. Las opciones son varias: frescos, congelados o precocinados para degustarlos tal y como manda la tradición sin preocuparse de nada. Este año la demanda ha crecido porque con los restaurantes cerrados los mallorquines quieren cumplir con la tradición. En Can Magí calculan que estos días han llegado a despachar unos 200 kilos de caracoles, una cantidad superior a la de otros años. Otro de los cambios debido al confinamiento es que son muchos los que en este Sant Marc marcado por el coronavirus se han atrevido a cocinarlos. "Este año, que tengo tiempo, quiero probar de cocinarlos en casa", confiesa una clienta mientras espera a recoger su pedido en la tienda serverina, eso sí, junto a los caracoles se lleva el esencial preparado de hierbas aromáticas.

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