Tras una noche sin servicio de la recogida selectiva del puerta a puerta en el Pla, el viernes los camiones volvieron a salir pero el conflicto sindical por la protección de los operarios sigue encima de la mesa y dan de plazo hasta el lunes para tener los equipos adecuados. La Federación de Construcción y Servicios de CCOO amenazó el jueves con paralizar el servicio si en 48 horas la empresa adjudicataria Melchor Mascaró no garantizaba poder cumplir todas las normas de protección de los operarios ante la crisis del coronavirus. Pero el jueves los camiones no salieron, una decisión que molestó a los municipios afectados. De hecho, la presidenta de la Mancomunitat del Pla, Joana Maria Pascual, confesó que cuando recibieron la noticia quedaron de lo más sorprendidos, por ello, pusieron toda la maquinaria en marcha para desbloquear la situación. "El jueves se recoge la fracción de cartón y papel pero el viernes toca sacar la materia orgánica. Por ello, el conflicto se debe resolver sí o sí porque los Punts Verds no pueden asumir la cantidad de residuos que se acumularían si se suspendiera el servicio, además se podrían causar problemas de salubridad. Estamos muy enfadados porque el conflicto lo pagan los ciudadanos", razonó Pascual.

El delegado de personal de CCOO, Sergio Lombardo, dejó claro que el jueves en ningún momento se negaron a trabajar porque el plazo dado para que la empresa garantizará las medidas de seguridad acababa el lunes. Por su parte, la empresa mantiene que "han parado un servicio esencial sin tener una base". Antònia Mascaró aseguró que cumplen la normativa porque son los primeros interesados en la protección de los trabajadores. Entre reproches mutuos, la realidad es que el Pla se quedó el jueves sin servicio aunque anoche se reanudó. El sindicato da hasta el lunes para tener los equipos de protección necesarios que garanticen la seguridad de los trabajadores, además reclama que se haga una desinfección de los vehículos.

Y es que Comisiones Obreras ha denunciado ante Inspección de Trabajo la contrata de residuos sólidos urbanos del Pla de Mallorca por no garantizar la seguridad de los trabajadores y de las trabajadoras. Según ellos, es "un despropósito realizar una labor de primera necesidad como es la recogida de residuos con un solo par de guantes de látex, con mascarillas no homologadas, guantes que traspasan humedades, excesos de jornadas sin descanso y personal limitado". Por ello, piden que se garantice un "entorno laboral acorde con las exigencias de una pandemia".