En Alaró, donde había desaparecido la industria zapatera, la tradición de coser ha vuelto y lo que antes eran zapatos ahora son mascarillas. Debido a la falta de estos productos en muchos de los hospitales y centros sanitarios de la isla, nació esta iniciativa en el taller de costura Sa Bobina Taller de Alaró.
Sus diseñadores Xavier Rosselló y Cati García se pusieron en contacto con diferentes profesionales del sector sanitario para elaborar este recurso tan apreciado en los tiempos que corren con algodón reutilizable, que distribuyen de manera "altruista" para ayudar a prevenir el contagio por el coronavirus.
Su "buena voluntad y disposición" les hicieron solidarizarse con los trabajadores de los comercios y vecinos de la localidad. "Estas mascarillas se realizan siempre bajo ordenanza sanitaria y se han ido perfeccionando según las necesidades del personal", comenta uno de sus diseñadores. Además, "las primeras se hicieron con un patrón de 18 por 22 centímetros, con un pliegue en medio para que la mascarilla pudiera abrirse y adaptarse a la zona nasal, las tiras para atarse también estaban hechas de algodón".
A medida que trabajaban con ellas, todo el personal que las utilizaba les indicaba una serie de facilidades para su realización, como "los elásticos para atarlas, el alambre para adaptarse, y así poco a poco las hemos ido perfeccionando". Insisten en que "no son mascarillas quirúrgicas" como la de los hospitales pero, "ayudan a tener el rostro tapado" y "no son de un solo uso, ya que se pueden lavar a 60 grados".
Destino de las mascarillas
Estas mascarillas van destinadas a personal administrativo, personal de limpieza, comercios y a personal que está directamente de cara al público. En ningún caso son sustitutivas de las mascarillas que usa el personal sanitario que trabaja en primera línea. Además, debido a la demanda, Sa Bobina Taller también ha adquirido material necesario para la realización de batas para su protección.
Los tres primeros días eran solo Cati y Xavier los que cosían mascarillas, pero al cabo de tres días ya eran quince las personas que se unieron a la iniciativa. "Diferentes vecinos de la localidad han querido aportar su granito de arena ante estos difíciles momentos", explican los responsables de la iniciativa.
Cati García, la otra diseñadora del taller Sa Bobina. S. Campins
La diseñadora Cata de Placeta también ha querido colaborar donando su tradicional tela para la creación de estas prendas de protección "como homenaje a esas personas que no han dejado de trabajar ni un momento". "A día hoy ya hemos realizado más de un millar de mascarillas entre todos. Gracias al personal sanitario, a todos los que nos han hecho donaciones de tela y material y sobre todo a los vecinos de Alaró por volcarse a esta iniciativa. Hubo un día en que se repartieron unas ochocientas mascarillas. En un día podemos hacer hasta cuatrocientas", explican los autores de esta iniciativa.
Este gesto solidario por parte de Cati y Xavier ha contribuido para que "en su medida, por lo menos los vecinos de Alaró, evitemos el contagio del virus."
Los diseñadores quieren animar a todas las personas a que con tutoriales de internet o simplemente con su ayuda puedan realizarlas, porque como sabemos: "Resistiremos y entre todos saldremos de esta".
