Han tenido que pasar cien años para ganarle una batalla a una pandemia, pero esta vez Francisca Sastre Gomila sí ha podido eludir un virus mortal, tras no haberlo podido superar hace poco más de cien años dos hermanas suyas, cuando otra enfermedad asoló el mundo como ahora el Covid-19, sin que Alaró fuera una excepción.
Francisca Sastre Gomila es hermana de otras dos niñas, Francisca y Margarita, que fueron víctimas de lo que se conoce como s'any de sa grip, la mal llamada gripe española, que se considera la pandemia más devastadora de la historia humana, ya que en solo un año, a partir de abril de 1918, mató entre 20 y 50 millones de personas, unas 300.000 de ellas en España y casi 2.000 en Mallorca. Esta cifra de muertos incluía una alta mortalidad infantil. A diferencia del Covid-19, esta gripe era extremadamente virulenta entre los jóvenes y adultos de entre 15 y 45 años y apenas afectaba a los mayores de 65. Esta característica, que agravó su número de contagios, dista de la actual pandemia, propensa a contagiar a la tercera edad. La pandemia constó de tres picos de contagio, de tres olas: la primera, entre junio y julio; la segunda, en septiembre, y una tercera entre enero y mayo de 1919. En 1920 hubo un inesperado rebrote durante los meses de enero a abril, pero la primavera zanjó del todo la crisis. La gripe desapareció de España y poco a poco se difuminó en el mundo.
Dos muertes en la familia
En el hogar de los Sastre Gomila de Alaró, de los siete hijos con los que contaban cuando se dieron los primeros casos de la enfermedad, fueron las dos pequeñas, Francisca y Margalida, las que murieron durante la pandemia. La primera en fallecer fue Francisca, cuando apenas tenía once años de edad. Ocho meses después lo haría Margarita, que solo había cumplido los cuatro años. Nuestra centenaria de Alaró nació poco más de un año después de la muerte de la última de sus dos hermanas,cuando la gripe española ya había desaparecido prácticamente del mundo. Los padres de Francisca volvieron a ponerle el nombre de la hermana mayor fallecida, no se sabe si como un homenaje a ella o porque no era inusual aquellos tiempos.
Imagen de la hermana mayor de Francisca Sastre, que murió con apenas once años a causa de la gripe española.
En el combate contra la anterior pandemia también hubo confinamientos y medidas parecidas a las de ahora. El fugaz gobierno del mallorquín Antoni Maura promovió el cierre de teatros e instó a los ejecutivos provinciales a que limitaran el aforo de los eventos públicos, así como a su cancelación, lo que provocó enfrentamientos con la Iglesia.
El personal sanitario o de los cuerpos de seguridad que trabajaba contra el virus también llevaba mascarillas. Tampoco faltaron los enfermos ilustres, pues si esta vez vemos como el principe Carlos de Inglaterra o Boris Johnson se han visto infectados, el siglo pasado la gripe española afectó a Guillermo II, emperador de Alemania; Lloyd George, primer ministro británico; el presidente norteamericano Woodrow Wilson y, en España, al presidente del gobierno Manuel García Prieto y hasta al rey Alfonso XIII.
Para la Francisca superviviente, este 16 de abril debía ser una fecha señalada. Llegar a cumplir un siglo de vida, junto a la de acudir a alguna boda de sus sobrinos bisnietos ("quan vos casau" ha sido una frase recurrente) han sido algunas de sus ilusiones los últimos años. La verdad es que ha llegado a los cien, a pesar de algunas limitaciones físicas normales a su edad, en muy buen estado, celebrando cualquier pequeña alegría que nos da la vida cotidiana y con una gran memoria, como demostró durante la grabación del episodio de uno de los documentales de Zoom que IB3.
En el programa, Francisca junto a otros cuatro centenarios, explicó los avatares de su vida con gran lucidez; desde su niñez, la superación de la Guerra Civil española, las duras privaciones de la posguerra para una familia humilde y trabajadora, su paso por la escuela, el trabajo en la industria del calzado y otros muchos avatares que le han sucedido a lo largo de su larga vida.
Fecha señalada
El día 16 de este mes de abril estaba marcado en rojo para la familia de Francisca, sus sobrinas, Anita y tres Margaritas, y la de sus numerosos sobrinos nietos, que esperaban hacerle una fiesta, con photocall incluido. Se quería hacer partícipes a los vecinos y allegados más próximos de esta celebración de esos cien años, no en vano se le puede considerar como la 'abuela de Alaró', pues ahora es la residente de mayor edad.
Francisca, como todo buen vecino, ha cumplido a rajatabla el confinamiento en casa junto a Perla, su fiel cuidadora, y no ha podido salir de casa para celebrar sus habituales comidas con sus sobrinas y su mascota Truc, un ruidoso perrito que ha permanecido también entre las cuatro paredes de la vivienda, pese a que él si podía salir. Los familiares de Francisca son los que le han llevado hasta su domicilio lo que necesitaba, bien sea comida o medicinas, guardando siempre esa distancia social en la que tanto insisten los epidemiólogos.
Pese al Covid-19, un cumpleaños tan señalado como los cien no ha caído en el olvido para la familia de Francisca, que le enviará felicitaciones digitales de sus numerosos familiares en forma de vídeo, algunas desde Madrid, Barcelona o incluso Dinamarca. Habrá que esperar más allá del 16 de abril para una fiesta más completa, pero tras burlar esta pandemia seguro que Francisca tendrá la fiesta que se merece quien llega al centenario.
