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Patrimonio

Los molinos históricos de la finca Galatzó volverán a producir harina

El Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Calvià recuperan la arquitectura y la maquinaria de estos elementos patrimoniales documentados en el siglo XVI - Sólo a efectos demostrativos y no consumibles, uno de ellos se pondrá en funcionamiento

Vista del sistema de canalización que transporta el agua hasta los molinos de la finca Galatzó.

La primera referencia documental de los molinos de Galatzó es de 1501. "Como mínimo, son de principios del siglo XVI, pero podrían ser anteriores", explica Aina R. Serrano, coordinadora de la Unitat del Patrimoni historico-industrial del Consell y al frente del proyecto de recuperación de estos elementos de la finca de Calvià. Las obras de reforma han quedado interrumpidas a causa del estado de alarma decretado por el coronavirus, "en concreto paramos el pasado 16 de marzo". "Quedan en torno a dos o tres meses de trabajo. Si todo va como parece, quizá podrían estar completamente acabados después del verano", calcula la coordinadora.

Uno de los proyectos será volver a poner en funcionamiento estos molinos hidráulicos para poder hacer harina. "Lo haríamos a modo demostrativo, no para el consumo, durante algunas de las visitas mensuales que pondremos en marcha", explica a este periódico Serrano.

Un oficial de primera reparando en el taller de Son Bonet parte de la maquinaria hidráulica.

El molino inferior es el que contiene la maquinaria, "que se ha de reconstruir para que funcione". "Las dos muelas están. Luego hay una pieza que está debajo de éstas, el banco, que no se puede volver a utilizar y que se expondrá en el obrador", explica la trabajadora del Consell.

El conjunto consta de dos molinos de cubo y rueda horizontal situados uno encima del otro con una única función: moler grano, seguramente trigo para convertirlo en harina. "Los molinos se abastecían del agua de la fuente del Ratxó, ubicada en el término municipal de Puigppunyent. El agua era conducida hasta el safareig de grandes dimensiones que se sitúa por encima de los dos molinos aprovechando así el desnivel", relata la coordinadora. "La existencia de un safareig para almacenar agua para el molino es una característica muy común en Mallorca. Desde el mismo, el agua es conducida hasta el cubo del primer molino por un canal elevado. Desde el primer molino, una acequia conduce el agua al segundo, pero ésta también se puede conducir hasta las marjades situadas a la derecha e izquierda del conjunto, actualmente cultivadas con naranjos", señala.

El segundo molino, a diferencia del primero, sí conserva el obrador. En el exterior, también se ha localizado un horno de pan que está en estado de ruina.

Los molinos hidráulicos están documentados en Mallorca antes de la Conquesta de Jaume I. "Los de viento aparecieron en el siglo XIV, pero los hidráulicos son anteriores", explica Serrano. "En la isla hay unos 197 documentados", detalla, "pero debió haber más". "Hay algunos que se han restaurado, como el de Raixa, pero hay otros que están en muy mal estado de conservación", asegura.

La finca Galatzó ha estado vinculada a diversas familias nobiliarias que han hecho un uso mayor o menor de los molinos. "Entre 1460 y 1627 fue de la familia Vivot, es en esta época cuando encontramos la primera referencia a los molinos". En concreto, aparecen en un acto de concordia datado el 23 de junio de 1501 entre los propietarios de las fincas del Ratxó y de Son Net sobre la manera de canalizar y utilizar el agua que alimenta los molinos y el huerto de Galatzó. "A partir de esta fecha son diversos los protocolos notariales de arrendamiento de los dos molinos harineros y en algún caso se incluye el huerto adyacente. También en otros documentos constan las distintas intervenciones y reparaciones que se hicieron en estos elementos y su maquinaria", comenta Serrano. "Lo que no tenemos son los datos de producción de harina".

La descripción del Arxiduc

Una de las descripciones más famosas de los molinos de Galatzó (y de la finca) la hizo el Arxiduc Lluís Salvador en Die Balearen en 1884. "En ella sólo habla de uno de los molinos, posiblemente el inferior, porque el otro ya no debía funcionar", indica la coordinadora. El aristócrata escribió: "A la izquierda aparece la casa de possessió de Galatzó, vasta pero asaz modesta, antes perteneciente al comte de Formiguera [...] En la parte opuesta del valle hay un gran huerto dividido en bancales [...] y al que queda adosado un molino de agua por medio de una gruesa muralla por la que se precipitan las aguas".

Cuando el empresario vasco Victorio Luzuriaga compró la finca en 1943 "los dos molinos ya no funcionaban". El Ayuntamiento de Calvià la adquirió en 2006 por nueve millones de euros.

El proyecto de restauración de los molinos de Galatzó, para el que se están usando los materiales y las técnicas tradicionales, se está llevando a cabo en virtud de un convenio firmado entre el Consell y el consistorio calvianer. Éste se hace cargo de los gastos de los materiales y su transporte. El Consell aporta el personal propio para llevar a cabo la restauración. Esto incluye el proyecto, la coordinación y dirección de obra, la ejecución, el arquitecto (Lluís Blanes), la brigada de ocho picapedrers restauradores, y tres oficiales del taller de restauración del patrimonio historicoindustrial para la construcción de la maquinaria del molino inferior.

Correspondería también al Ayuntamiento de Calvià arreglar la acequia de conducción del agua y del safareig, elementos primordiales para que los molinos resuciten.

Molino hidráulico harinero: El agua es conducida hasta el cubo del molino. Baja al cárcavo, el recinto subterráneo justo debajo de las muelas. Allí están el rodezno, la cerraja, el saetín y el banco.

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