En una Semana Santa sin procesiones ni otras celebraciones propias de la misma, la cofradía de Donants de Sang de sa Pobla cumple su 25 aniversario en el más absoluto silencio y desde el confinamiento a que tiene sometido el coronavirus a todo el planeta.

La cofradía de los Donants de Sang fue fundada el año 1995, por 25 cofrades a iniciativa de la Germandat de Donants de Sang de sa Pobla presidida por Pau Torrens Mir Nana, un hombre que desde 1974 emprendió la solidaria labor de animar a los poblers y pobleres a que se hicieran donantes de sangre, una entregada labor altruista y solidaria que compartió durante muchos años con el actual secretario de la cofradía, Biel Gost Coronell.

La vestimenta de los cofrades consta de túnica azul con broche de botones de color blanco. La capa es blanca y la caperuza de color rojo, ornamentada con el distintivo de la Hermandad de Donantes de Sangre. Como complementos llevan unos guantes blancos, zapatos negros y alrededor de la cintura un cordón de hilo blanco trenzado a mano. El estandarte de la cofradía y su banderín están bordados a mano sobre tela de hilo mallorquín. Ambos elementos son portados sostenidos a una cruz de madera, en la que figuran los escudos de la Hermandad tallados a mano.

El paso de la cofradía representa a Jesús vivo enclavado en cruz, tres soldados estirando las cuerdas para ponerla en pie, un centurión que vigila y la Virgen Dolorosa arrodillada, compartiendo el sufrimiento de su hijo. En la parte frontal del paso se aprecia el escudo de los donantes de sangre, tallado a mano sobre madera de roble. El paso lleva el nombre de l'Alçada de la Creu. Actualmente, la cofradía de Donants de Sang de sa Pobla cuenta con 65 cofrades o penitentes.

Además del paso antes descrito, la cofradía de Donants de Sang, desde el año 1998, desfila con un crucifijo que guarda una apasionante y entrañable historia. Se trata de una artística imagen de tamaño natural realizada por José Luis de la Fuente de la cruz, esculpida a mano, a golpe de martillo y cincel en madera de un poll talado en la Albufera y crucificado sobre una cruz de madera de pino, que es portada a hombros por los penitentes.

Después de haber sido sometido a una operación quirúrgica a corazón abierto, José Luis tuvo un sueño que le trasladó a caminar, sin sendero determinado, portando una cruz sobre su espalda. A la mañana siguiente comentó aquel sueño con sus familiares y decidió hacerlo realidad. En 1997, se puso manos a la obra y esculpió el crucifijo en el taller de carpintería de su amigo Jerónimo Rián.

Una vez acabada la escultura, José Luís y su familia donaron el conjunto escultórico a la cofradía de Donants de Sang y salió, por primera vez, en las procesiones de Semana Santa de 2018. El propio José Luis de la Fuente, así como sus hijas María Magdalena y Emilia y su nieto Julio, han sido portadores de la imagen, que se guarda en una capilla que la propia familia construyó en la finca de su propiedad, Son Garreta, próxima a las cuevas de Campanet, que fue bendecida por el entonces párroco de sa Pobla Miquel Mulet Bujosa.

José Luis de la Fuente, nacido en Talavera de la Reina en el año 1940 y casado con la poblera Antònia Ferrà de Can Xim, murió en sa Pobla el día de Todos los Santos de 2005, después de luchar años contra una grave enfermedad renal.