La flota de pescadores de Cala Rajada lleva días sin poder salir al completo a faenar al mar. Por un lado, ha topado con la norma que el mismo sector pesquero ha impuesto de faenar en días alternativosfaenar en días alternativos, reduciendo sus salidas a la mitad. Por otro lado, el mal tiempo que ha habido este mes de marzo ha obligado a la mayoría de las embarcaciones de pescadores a permanecer amarradas en puerto.

Un caso aparte son la grandes embarcaciones de arrastre, que en las últimas semanas han podido salir algunos días. Las pequeñas embarcaciones lo tienen más difícil.

Las que se dedican a la pesca al arte del palangre han podido salir algunas, no todas, muy puntualmente. Las que se dedican a la captura de la sepia, inmersas en plena temporada, lo tienen mucho más difícil para salir.

"Es muy importante que cada día que sales a pescar, puedas salvar lo capturado en la lonja", recuerdan los pescadores. Y es que el sector tomó la decisión de reducir sus días de salida a faenar, ante la caída considerable de precios en las especies que, en general, más cotizan: el pescado de más calidad.

Norma autoimpuesta

Incluso reconocen que estuvo a punto de quedar pescado sin vender en la lonja. Esta norma autoimpuesta les reduce el precio de capturas, pero les permite mantener la venta a unos precios razonables, donde poder sobrevivir. Así se evitan situaciones que, dicen, se han dado en otras lonjas de la península, que, en los primeros días de la situación de alarma, llegaron a no poder vender todo el pescado capturado.

Las ventas en la cofradía, según explica el patró major de la cofradía gabellina, Pep Uceda, han disminuido considerablemente en lonja, ya que no hay grandes compradores.

Con el cierre de pescaderías u otros locales de venta, el mercado no da para mucho más y eso provoca que la demanda baje considerablemente.

Mientras, la venta en el puerto de Cala Rajada no se realiza estos días de confinamiento, después de tomar la decisión de cerrar el local de venta, hasta nuevo aviso.

"Tendremos que apechugar todos los sectores y nos tendremos que adaptarnos a esta situación", indican algunos pescadores, mientras que el patrón recuerda la situación de muchos negocios afectados por un obligado cierre "y ante esto solo podemos ser solidarios".

Desde el sector también quieren incidir en este aspecto. "Son momentos difíciles y tenemos que aceptar la situación. Pescamos para que también haya algo diferente para comer entre la gentes estos momentos difíciles", subraya el sector pesquero de la cofradía gabellina.

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