La Associació per a la recuperació del cultiu de la figuera (ARCUFI) es una entidad que nació con una clara misión: recuperar el cultivo de las distintas variedades de higueras. Su presidente Arnau Mateu Gelabert explica que dicho cultivo se realiza en las fincas de los socios. Básicamente, puntualiza, la entidad está formada por vecinos de Lloret que "de alguna manera o a su manera comparten y apoyan el proyecto". De momento, los socios de ARCUFI tienen registradas unas 250 higueras.
"Seguramente hay algunas más. Actualmente tenemos unas 60 variedades nuevas en Lloret. Hay que decir que muchas de ellas aún no tienen medio metro. Este año hemos sembrado otras 26 variedades procedentes de Son Mut Nou. Todo ello es gracias a la aportación de vecinos de Lloret y de otros lugares", desgrana Arnau Mateu Gelabert, que remarca la gran satisfacción que supuso para la asociación que Montserrat Pons Boscana aceptara el año pasado ser su presidente de honor.
De hecho, puntualiza, ha sido él quien les ha regalado la mayoría de variedades que no tenían en Lloret. Y es que preguntado por el papel que Pons Boscana ha desempeñado en el mundo de la higuera y, en concreto, en Lloret, no duda en sentenciar que "en el mundo de la higuera lo ha hecho prácticamente todo. Su contribución a la exposición de variedades de higos en la Festa del Sequer es insuperable y su comportamiento con nuestra asociación es admirable".
Retos
Además de recuperar el cultivo de las distintas variedades de higueras, ARCUFI surgió con la intención de "fomentar y promocionar el cultivo de las higueras, especialmente las de Balears" pero también entre sus objetivos se encuentra "la creación de una colección etnográfica, etnológica y documental permanente sobre el cultivo de la higuera en Balears con sede en Lloret".
Otra de las finalidades de los creadores de esta entidad es apoyar y divulgar actividades dirigidas a fomentar el conocimiento social del cultivo de la higuera, el consumo de higos y a todos los productos que se puedan elaborar a partir de la higuera. Asimismo, sus socios promueven el intercambio social y de conocimientos con otras entidades ubicadas en lugares donde también se cultive la higuera.
Con estos retos fijados, el presidente de ARCUFI tiene claro que para conseguirlos "debería cambiar la visión actual que tiene el mundo del campo, del paisaje, de la naturaleza y eso es muy difícil. Lo que pretende ARCUFI es que poco a poco la gente se dé cuenta de lo importante de cambiar de actitud respecto al cultivo de la higuera o del árbol que sea. Si más gente de Lloret se apunta a cultivar, aunque sea una higuera, sería un pasito y un ejemplo positivo para todos y eso no cuesta tanto. Aunque no cabe duda que son las instituciones las que deberían hacer posible que se produzcan estos cambios".
Mirada al futuro
Aunque admite que la asociación "va día a día", entre sus proyectos futuros cita "cuidar de las higueras sembradas y cuando sea posible ayudar a que el museo sea una realidad". Además, confiesa que les gustaría que el próximo itinerario cultural fuera el de visitar las fincas sembradas de higueras.
Arnau Mateu Gelabert recuerda que ARCUFI surgió de la necesidad de aprovechar "el tirón de la Festa del Sequer para que se produjeran acciones que cambiaran, en la medida de lo posible, nuestro paisaje". De eso ya hace casi dos décadas. Se empezó con un intento de recuperar el cultivo de higueras introduciendo variedades que no había en Lloret pero se quedó en eso. "Hace tres o cuatro años el Ayuntamiento reunió a la Comissió del Sequer para impulsar la fiesta y propuse recuperar el proyecto del cultivo. Se aceptó y el consistorio además colaboraría en la financiación". De esta manera, relata su presidente, los socios optaron por formalizar la entidad. Así nació ARCUFI, una asociación que vela por la recuperación de los cultivos de higuera.
Concienciar a los más pequeños
Una de las iniciativas de los integrantes de la Associació per a la recuperació del cultiu de la figuera (ARCUFI) es acudir a la escuela de Lloret para mostrar a los alumnos en qué consiste la Festa del Sequer. "A partir de la higuera repasamos contenidos de conocimiento del medio y de ciencias sociales. Se realizan talleres de canyissos, corda d'espart, paners, ganxos, sembrar higueras...", desgrana su presidente Arnau Mateu Gelabert, que añade que las personas mayores cuentan cómo realizaban el trabajo de recogida de higos. "La finalidad es concienciar a los más pequeños de la importancia de cuidar nuestro entorno natural, saber lo que nos da y de cómo con muy pocas cosas se arreglaba la gente y del cuidado que se tenía de este patrimonio", resume. Luego, los alumnos participan de la fiesta con sus aportaciones para entenderla mejor.
Y es que Arnau Mateu reconoce que "la mayoría de la gente se siente orgullosa de la Festa del Sequer y la vive con pasión". "Empezó como una fiesta más local, para el pueblo. Ahora es más conocida y sobre todo más gente de fuera muestra productos relacionados con los higos para vender. Eso es importante. La esencia no se ha perdido. Aunque a mi modo de entender los objetivos que pretende ARCUFI y la Festa han de ir de la mano".
Desde los años 80, Lloret celebra la Festa del Sequer. Si uno le pregunta cómo ha influido esta celebración para activar conciencias en favor del cultivo de la higuera, el presidente de la entidad no duda en asegurar que "es difícil cambiar el rumbo de esta sociedad, pero sin lugar a dudas la celebración de esta fiesta y los recuerdos que nos hace sentir ha influido en que algunos lloritans lo intentemos".
Y es que la higuera para Lloret y para el paisaje de Mallorca, representa según el presidente de la Associació per a la recuperació del cultiu de la figuera "un pasado nostálgico, olvidado completamente y que además, a las pocas que quedan, las arrancamos o las tratamos como si no existieran".
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