Cualquier iniciativa es buena para que las horas de confinamiento pasen de forma divertida, sobre todo para los más pequeños. Hasta ahora se han organizado actos de todo tipo para motivar a los vecinos en la mayoría de localidades de la isla. Los vecinos del edificio Bonaire de Cala Millor, con la finalidad de hacer más llevaderos estos días de cuarentena en casa, prepararon el pasado sábado, coincidiendo con la convocatoria de aplausos para los más pequeños de la familia, un fiesta de disfraces para los niñas y niños de la comunidad.

La fiesta estuvo amenizada musicalmente por un Dj vecino, que desde su terraz, pinchaba discos para todos, mientras que las ventanas y balcones del edificio estaban decorados con juguetes de todas las clases. En muchos balcones, ademas, había una mesa con las chucherías preferidas de cada uno. Para sorpresa de ellos, una patrulla de la Policía Local apareció para brindarles un gran aplauso a todos. Y es que los policías habían iniciado un recorrido por las calles de municipio, a las 18 horas, para ofrecer sus aplausos a los pequeños de cada casa.

Superadas las 20 horas, la fiesta de peques se convirtió en fiesta para mayores que se prolongó hasta la medianoche.