Portocolom cuenta esta temporada turística con un nuevo espacio para extender la toalla. Se trata de una pequeña playa natural que se ha formado entre s'Algar y es Babo (frente al nuevo paseo) y que ha dado mucho de qué hablar entre los residentes de la localidad, que han visto cómo en apenas dos años se ha creado un nuevo litoral en la costa felanitxera.

El profesor emérito de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y especialista en geología ambiental y regional, Antonio Rodríguez Perea, achaca este fenómeno a la propia dinámica del mar, que regala espacios tan sorprendentes como el formado recientemente en Portocolom o, por contra, arrebata litorales -una práctica cada vez más común a causa de la subida del nivel del mar-­. Y añade: "[Estos ciclos naturales] son más frecuentes hoy en día a causa del cambio climático".

Según explica Rodríguez, los temporales acaecidos en los últimos años -el temporal que arrasó con la costa del Llevant en octubre de 2018 y que se saldó con trece víctimas mortales, y el paso de la borrasca Gloria este mes de enero- han favorecido a que esta dinámica se acelere, moviendo arena de un lugar a otro. "Y aquí aparecen los cambios extremos", subraya el profesor emérito de la UIB.

Así, según indica Rodríguez, se crea un perfil en invierno y otro en verano. En el primero, los temporales mueven la arena, que se acaba acumulando en el fondo del mar formando una barrera como mecanismo natural de defensa. En cambio en verano estos sedimientos se desplazan hasta la orilla, creando nuevos litorales o, en otros casos, ampliando la extensión del ya existente.

En palabras del profesor emérito de la UIB, antes eran los pescadores o las personas mayores quienes con el paso de los años se daban cuenta de la creación o desaparición de playas, en cambio a día de hoy "pasa con más frecuencia" y "todos lo vemos".

Una vecina de la localidad echa la vista atrás y cuenta que cuando era pequeña ella y sus hermanos se bañaban en la Bassa Nova (espacio donde Ports de les Illes Balears quiso construir un paseo, aunque finalmente se paralizó el proyecto). En aquella época, dice, en aquel espacio había una pequeña playa. Actualmente, esa zona está llena de pinos y "suciedad", y "sería inviable" bañarse, asegura.

Una playa a punto de desaparecer

Al tiempo que la naturaleza forma litorales también los hace desaparecer. Es el caso de la pequeña playa de s'Algar, muy frecuentada por los residentes durante los meses estivales. Este espacio ha visto reducida su capacidad a pasos agigantados en los últimos años. Si bien antes cabían más de una decena de personas, a día de hoy pocos son los felanitxers que se instalan en esta playa. La alternativa a la arena, las rocas.

El profesor emérito de la UIB argumenta que este fenómeno se debe a que se trata de una zona abierta al mar, de modo que las olas pegan directamente en el litoral y se llevan los sedimentos.

De momento, los vecinos siguen disfrutando de pegar un capfico en s'Algar. No se sabe cuánto durará.