Las quejas de los vecinos ante el estado de la vía que recorre el pueblo de Puigpunyent hasta es Capdellà (Calvià) son muy frecuentes. "El pavimento en muchos tramos está en mal estado, es una carretera olvidada", se quejan los residentes. De hecho, este aspecto no es el único a mejorar. En muchas zonas, hay árboles inclinados sobre la carretera, pavimentos agrietados, deficiencias en adherencia -especialmente en curvas pronunciadas donde es fácil que el vehículo patine-, así como zonas peligrosas por estrechamiento, como la marjada de Son Cortei. Otro de los aspectos que preocupa a los motoristas y ciclistas es que las barreras de contención o quitamiedos no cuentan con protección, lo que puede provocar muertes y amputaciones en caso de caídas, un factor que se añade a que no están adaptados estéticamente a una zona protegida y considerada Patrimonio de la Humanidad como es la Serra de Tramuntana.
La reclamación de los vecinos no es actual. De hecho, cuando hace tres años -en febrero de 2017- se finalizaron las obras de reforma de Palma - Puigpunyent, hubo voces que ya alertaban del mal estado de la carretera entre Puigpunyent y es Capdellà, y pidieron ponerse manos a la obra.
Desde el departamento de Carreteras del Consell afirman que no está previsto realizar ninguna reforma: "Se harán tareas de mantenimiento, como se han hecho hasta ahora". También se cambiarán las barreras de seguridad metálicas por otras mixtas.
En cuanto al límite de tonelaje, la circulación está limitada a vehículos de más de 18 toneladas, una cifra que no superan los autobuses que provocan problemas de circulación. De hecho, un vecino explica que no hace mucho, un autocar provocó un caos porque no podía girar en una curva, incluso los pasajeros tuvieron que desalojar el vehículo. "Hay que poner medidas ajustadas a la realidad, y hacer una reforma real de la carretera", reclama.
