El ayuntamiento de Pollença editará folletos informativos para promocionar el pan y la repostería propios del municipio entre los turistas y organizará talleres didácticos en las escuelas en los que un nutricionista y un panadero profesional explicarán a los alumnos los valores del pan que se elabora en el municipio.

Son algunas de las medidas que el Consistorio pollencí quiere poner en marcha cuanto antes para "revalorizar" la panadería tradicional y contrarrestar de esta forma el cierre anunciado de diversos establecimientos antiguos del municipio por falta de un relevo generacional que garantice su continuidad.

En este sentido, ayer se celebró una reunión en el Ayuntamiento para tratar de consensuar medidas concretas sobre esta cuestión en la que participaron el director general de Comercio, Miquel Piñol, así como representantes de la Associació de Pastissers i Forners de les Illes Balears y de la gran mayoría de hornos de la localidad. El regidor de Comercio del Ayuntamiento pollencí, Miquel Llobeta, explicó que el encuentro fue "muy positivo" y contribuyó a mejorar la percepción de los profesionales del sector con respecto a su futuro inmediato. "Es cierto que hay un cierto pesimismo en el entorno, porque ven que de cada vez van a menos, pero salieron algo más optimistas de la reunión; ellos son conscientes de que no deben competir con nadie, solo aportar trabajo y calidad", apuntó el regidor de Tots per Pollença.

Llobeta añadió que desde el Govern "apoyarán" las iniciativas municipales para promocionar la panadería tradicional. De hecho, la dirección general de Comercio reclamó al Ayuntamiento un listado de los establecimientos emblemáticos del municipio con la idea de ayudar en la promoción.

Otra medida que pondrá en marcha el Consistorio es la de colocar carteles indicativos en el exterior de estos negocios para informar de la comercialización del pan autóctono y de otros productos típicos como la formatjada.

También se estudiará la posibilidad de facilitar la realización de prácticas en las panaderías tradicionales por parte de alumnos de Formación Profesional.

Actualmente, según explicó el edil de Comercio, quedan nueve hornos en Pollença, pero "tres o cuatro" de ellos están en una "situación difícil" y todo apunta a que deberán cerrar sus puertas por "falta de relevos generacionales". De hecho, hace dos semanas cerró de forma definitiva uno de estos comercios tradicionales por "no haber resistido las inspecciones sanitarias". El objetivo municipal es frenar la sangría.

La formatjada

Hace dos años, el ayuntamiento de Pollença inició una campaña para promocionar entre la población local y foránea el consumo de la 'formatjada', un dulce típico de la Pascua que es todo un símbolo de la repostería local y que todos los hornos de la localidad elaboran según su propia receta.

Se trata de un pastel en forma de estrella con puntas redondeadas que suele estar relleno de requesón, confitura o cabello de ángel y que a veces suele confundirse con las 'formatjades' menorquinas, aunque no tienen nada que ver.

El actual equipo de gobierno quiere potenciar ahora la promoción de esta receta tradicional para poner en valor a los hornos del municipio que la siguen elaborando con recetas que han permanecido tras muchas generaciones. "Es un patrimonio propio que no puede perderse", apunta el edil Llobeta.