La campaña de recolección de aceituna está a punto de llegar a su fin. Los propietarios de fincas de la Serra de Tramuntana cosechan estos días las últimas partidas de oliva negra que destinarán a la producción de aceite para uso doméstico en el que supone el colofón a una campaña que, en palabras de los responsables de la cooperativa Sant Bartomeu de Sóller, "no ha sido tan mala como se pensaba inicialmente".
El presidente de la institución, Miquel Gual, explicó que este año se habrán procesado en las almazaras de la cooperativa 1,2 millones de kilos de aceituna para la producción de aceite, una cifra muy superior a la de la campaña pasada pero inferior a la de hace dos cuando se procesaron 1,7 millones de kilos de fruto en una temporada que fue califica de excepcional. La producción de este año supone más del doble de lo que se molturó el año pasado, cuando apenas llegó a las 500 toneladas de fruto. La de 2019 fue la peor temporada de aceituna de las últimas décadas.
Para Gual, la temporada de oliva "habrá sido este año entre normal y buena", a la vez que destacó que "el fruto que se ha procesado ha sido de muy buena calidad". La única lectura negativa que realiza es el acortamiento de la temporada de recolección de la aceituna negra, que se ha visto afectada por los diferentes temporales de lluvia y viento que han afectado a la Serra durante los últimos meses. Según explicó el presidente de la institución agraria "estos temporales han hecho que se haya perdido gran cantidad de aceituna, por lo que el volumen total de la recolección será muy inferior a la de años anteriores". La cooperativa ha almacenado unas cuatro toneladas de este producto para su comercialización envasada entera.
La temporada de producción de aceite se alargará hasta marzo. La cooperativa tiene activa una de sus dos almazaras para destinarla a la producción de pequeñas partidas de aceite de propietarios de fincas de la Serra, que cosechan las aceitunas con la que se produce aceite para destinarlo a su consumo doméstico.
Distinción
La cooperativa Sant Bartomeu de Sóller entregará este año el escudo de oro de la institución al historiador Plàcid Pérez, en reconocimiento a la labor que realizó en el seno de la entidad durante dos décadas consecutivas formando parte de la junta rectora. Pérez fue el secretario de la cooperativa durante veinte años. Durante esta época trabajó por la modernización del funcionamiento de la entidad y para la informatización de los procesos de contabilidad, facturación y gestión de los socios. Fue el impulsor de que la cooperativa unificara las dos secciones (cítricos y aceite) en una sola, lo que permitió una mejor eficiencia en su funcionamiento interno, entre otros méritos que se atribuyen al historiador solleric. Recibirá la distinción el 20 de marzo en el transcurso de la asamblea general anual.
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