La noticia de que el paseo de Cala Gat de Cala Rajada podría permanecer intransitable durante toda la temporada turística debido a la falta de ayudas estatales para arreglar el desastre ocasionado por Gloria ha indignado a comercios de la zona, ya que por él transcurren la mayoría de los clientes. Por ejemplo, en el Kiosco de la playa de Cala Gat no saben si podrán abrir como lo venían haciendo habitualmente, ni siquiera si podrán hacerlo por Semana Santa. Su propietario Miguel Garau reconoce que el paseo destrozado por el temporal es la vía de acceso a su local del 90% de la clientela, ya que la otra opción es ir en coche desde la carretera del faro. Si el acceso del paseo no se arregla, sentencia, es consciente de que la clientela bajará. Por ello, tendrá que tomar una determinación con el personal.

En su local hay siete trabajadores. Si la clientela baja debido a que el paseo está intransitable se podría ver obligado a realizar un ERE, aunque reconoce que aguantará hasta que pueda. De momento nada indica lo contrario y afronta la temporada turística con mucha preocupación. "El señor presidente [Pedro Sánchez] vino a hacerse la foto precisamente en el lugar que ahora deja tirado", lamenta.

En las mismas condiciones está Roger Udina, propietario del Norai, local situado en el paseo de Cala Gat, junto al puerto y cuyo personal podría terminar con una regulación de empleo. Este local, que normalmente abre durante todo el año, se ha visto obligado a cerrar durante las obras de reforma del puerto y, ahora, por los daños causados por la tormenta Gloria. Eso sí, cada mes debe hacer frente al alquiler arrendado a Ports de les Illes Balears.

Si uno le pide que defina la situación, Udina no lo duda. "Estamos en un limbo". "Ha transcurrido más de un mes sin haber hecho absolutamente nada, salvo la foto del presidente y poco más", critica.

Posible solución

Una de las posibles soluciones que los afectados proponen ante "tal despropósito" es la construcción de un paso provisional, como ya se ha hecho en otras ocasiones, para que la gente pueda recorrer por completo el paseo y realizar las obras definitivas en temporada baja. Reconocen que se sienten apoyados por su Ayuntamiento pero lamentan que tanto las instituciones autonómicas como el Gobierno de Pedro Sanchez les han dejado "desamparados". Es, dicen, "un contrasentido total" que dejen pasar mucho tiempo sin dar una solución urgente a la situación, aunque sea provisional.