El ayuntamiento de Inca ha llevado a cabo en las últimas semanas un proceso de eliminación de los principales vertidos ilegales de residuos y los contenedores ubicados en zonas rústicas del municipio. Está previsto que hoy sábado ya no quede ningún vertedero descontrolado en todo el territorio municipal, por lo que los vecinos que residen en la zona rústica deberán depositar los residuos en las tres áreas de aportación que se han habilitado en diferentes puntos del municipio y cuyo acceso solo será posible mediante el uso de una tarjeta magnética aportada por el Ayuntamiento.
En las últimas semanas, la concesionaria del servicio de recogida de basuras, RCU Inca (integrada por Amer e Hijos y Lumsa) se ha dedicado a retirar los numerosos residuos de todo tipo que se habían acumulado sin ningún tipo de control en diversos puntos rústicos del municipio, algunos de ellos en zonas de interés paisajístico. Se ha actuado en los puntos de Can Caponet, Can Boqueta, Camí Vell de Muro y Puig de Santa Magdalena.
En total, se han retirado entre 50 y 60 toneladas de residuos, según explicó ayer la regidora de Servicios, Maria del Carme Oses. Muchos de ellos eran contaminantes. De hecho, los operarios han tenido que aplicar un protocolo de seguridad porque en todos estos puntos se había acumulado una gran cantidad de uralita.
Además, también se han eliminado cuarenta puntos en suelo rústico en los que había setenta contenedores para que los vecinos depositaran sus residuos. En algunos de estos espacios se habían depositado numerosos voluminosos en los alrededores.
El ayuntamiento de Inca tiene previsto potenciar las inspecciones para evitar que los vertederos eliminados vuelvan a ser objeto de vertidos ilegales, si bien la institución municipal asume que muchos de los infractores proceden de otros municipios vecinos. En cualquier caso, el consistorio "habilitará más medios para sancionar a los infractores", asegura la regidora.
A partir de ahora, los vecinos deberán depositar los residuos en las tres áreas de aportación habilitadas y ubicadas en la antigua Deixalleria (ya existente), en el polígono de Can Matzarí y en la carretera de Sencelles. Las dos últimas entraron en funcionamiento ayer mismo.
Para facilitar el acceso a los residentes, el Ayuntamiento distribuirá tarjetas magnéticas a los vecinos empadronados en Inca. Durante el primer año, las áreas de aportación contarán con un operario que se encargará de informar a los usuarios sobre el funcionamiento del equipamiento. Las tres áreas están equipadas con sistemas de videovigilancia.
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