La secretaría autonómica de Memoria Democrática se comprometió ayer a actualizar el estudio histórico de la principal fosa común de sa Coma (Sant Llorenç), con el objetivo de poner al día el informe antes de iniciar la apertura de la sepultura. Según los datos que maneja el Govern, estaríamos hablando de 242 militares enterrados, y 161 soldados serían catalanes. “Sa Coma es un lugar que se tiene que investigar pero no se puede hacer inmediatamente”, aseguró el secretario autonómico de Memoria Democrática, Jesús Jurado, quien incidió en que primero se tienen que ampliar los estudios para saber con qué se pueden encontrar una vez la abran.

Con esta investigación previa, desde el Ejecutivo balear esperan poder fijar un presupuesto aproximado de esta actuación así como un calendario de ejecución.

Esta fue una de las conclusiones a las que llegaron el secretario autonómico de Memoria Democrática y el director general de Memoria Democrática, Marc Herrera, tras la reunión con la directora de Memoria Democrática de la Generalitat, Gemma Domènech, aunque no la única. Las instituciones también acordaron abrir una línea de trabajo conjunta para localizar, identificar y devolver a sus familias los cuerpos de víctimas baleares del fascismo desaparecidas en Cataluña. “Sabemos que hay familias que se han dirigido a la Generalitat para solicitar información sobre familiares desaparecidos”, indicó Jurado, al tiempo que añadió: “Sería muy importante para nosotros poder trabajar con el Govern catalán y dar respuesta a las familias de estas víctimas”.

El censo de personas desaparecidas de la Guerra Civil y la Dictadura de la Generalitat incluye el nombre de 41 personas procedentes de Balears muertas durante este periodo en diferentes frentes en la Península. Una treintena de estas personas desaparecieron en territorio catalán, aseguran desde el Govern.

El encuentro entre ambas administraciones también sirvió para prorrogar el Protocolo de colaboración entre ambos gobiernos en materia de memoria democrática y crear un grupo de trabajo con personal técnico del Govern y de la Generalitat que permita compartir información y avanzar en la divulgación y tareas de recuperación de la memoria democrática en ambos territorios.

En cuanto al Protocolo de colaboración, está previsto que se impulsen acciones de reparación, dignificación y reconocimiento de todas las personas -procedentes de Balears, Cataluña o de otros lugares- que perdieron la vida en el desembarco de Mallorca en 1936 y en otros episodios que se produjeron durante el periodo de la Guerra Civil.

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