El proceso de electrificación de la red ferroviaria de Mallorca ha dejado arrinconados a los trenes diésel que se venían utilizando hasta el momento. La empresa pública Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) intentó venderlos hace un tiempo en una gran subasta. El material estaba compuesto por la práctica totalidad de la flota de convoyes de gasóleo, además de otras piezas por un importe de 12,6 millones de euros. Esa subasta no tuvo éxito y quedó desierta.

Empresa keniana

SFM ha seguido buscando posibles interesados en la compra de ese material y, actualmente, mantiene un doble frente de negociaciones abiertas. Por un lado, una vía de negociación en la que lleva tiempo trabajando es la de Kenia, según confirman fuentes de la empresa pública ferroviaria. La compañía de trenes de ese país africano ha mostrado su interés en adquirir algunos de esos trenes que quedaron en desuso tras el cambio de modelo en la isla.

Si en octubre de 2018 ya se puso en marcha la electrificación entre la estación de Enllaç y sa Pobla, a partir de enero de 2019 fue el turno del tramo Enllaç-Manacor.

Las conversaciones con la empresa keniana se prolongan desde hace tiempo y, más recientemente, ha surgido otro interesado. Renfe se ha interesado por este material, que SFM explica que consiste en un lote de once trenes dobles.

Vía estrecha

Renfe considera que ésta sería una buena opción para resolver la excesiva antigüedad de una gran parte de los trenes que funcionan en Asturias, de vía estrecha, mientras llegan los nuevos convoyes encargados. Si se acaba de concretar alguna de estas opciones, no sería la primera vez que Serveis Ferroviaris de Mallorca logra culminar con éxito una venta de estas características.

Sin ir más lejos, en el año 2017, SFM formalizó la venta a la región francesa de Provence-Alpes-Côte d'Azur, en la vertiente mediterránea del país galo, de dos viejas unidades de tren diésel por un total de 925.000 euros.

Las dos unidades vendidas, compuestas de dos vagones cada una, se sumaron a los seis convoyes que la empresa ferroviaria ya vendió a la misma región francesa en diciembre de 2014 por un total de 3,1 millones de euros.

La red electrificada en Mallorca asciende a un total de 124 kilómetros. La administración autonómica destaca las ventajas que ha traído esta nueva realidad para los usuarios, como mayor rapidez en los trayectos, una mejora en la comodidad, menos ruido y un funcionamiento más respetuoso con el medio ambiente al no resultar tan contaminante.

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