En pie de guerra. La comunidad educativa del CEIP Ses Comes de Porto Cristo ha agotado la paciencia, por ello, cada miércoles piensan concentrarse y protagonizar una pitada hasta que lleguen las soluciones a la paralización de la ampliación del centro. Estemiércoles ha sido la primera. Y es que cabe recordar que en noviembre la conselleria de Educación rescindió el contrato con la empresa por "continuos incumplimientos". Concentrados en la plaza de Ses Comes, los manifestantes han dejado claro que "ahora ya no estamos indignados, estamos enfadados". En sus pancartas han lucido lemas de todo tipo pero con un objetivo común: hacer presión para que las soluciones urgentes lleguen lo más pronto posible.

Y tras la pitada, ha sido el momento para las reivindicaciones. La presidenta de la Amipa, Aina Capó, ha sido la encargada de expresar el malestar de la comunidad educativa. "Estamos aquí por una situación que lleva demasiado tiempo prolongándose. Llevamos demasiado tiempo denunciando el estado en el que deben convivir el alumnado y el profesorado del CEIP Ses Comes. Después de muchos proyectos, buenas intenciones y parabras vacías estamos lejos de solucionar nada y en el momento de más decadencia del centro", ha lamentado.

"Estamos cansados de que las instituciones que establecen legislaciones para garantizar el enseñamiento público, igualitario y en condiciones sean las mismas que las que mantengan nuestra escuela en este estado y retrasen las soluciones", ha criticado. Por ello, la comunidad educativa de Ses Comes exige "soluciones de urgencia". Se niegan a que los alumnos convivan con goteras, suciedad, condiciones peligrosas, sin espacios comunitarios, sin sitio cuando llueve o a estar repartidos por todo el pueblo para hacer educación física". "Nos negamos a ser ciudadanos de segunda clase", han sentenciado.

Por todas estas razones, Capó ha exigido en nombre de la multitud congregada en la plaza de Ses Comes que "las obras se pongan en marcha ya y se lleven a cabo movimientos de urgencia para que el Ayuntamiento entregue un solar para la escuela nueva". "Nos negamos a empezar un nuevo curso en estas condiciones y aguantar más dilaciones y mentiras del Ayuntamiento y de la conselleria", ha dejado claro. El alcalde Miquel Oliver y varios regidores como el de Educación, Mateu Marcé, no dudaron en apoyar la causa y asistir a la concentración.

Capó ha agradecido las muestras recibidas por parte de las entidades de Porto Cristo y de las asociaciones de padres y madres de sa Torre y Simó Ballester. "Necesitamos hacer presión". Y en este sentido, padres y madres de sa Torre se han solidarizado con los de Ses Comes y han improvisado una pitada a la salida del colegio, en su caso, en el IES Manacor donde están reubicados tras el cierre del centro afectado por la hormiga blanca.