El ecologismo se asemeja cada día más a la medicina. De hecho, en la práctica se transforma en el tratado de la salud colectiva que se esfuerza en prevenir males generales y curar las lesiones cometidas por abuso sobre el paisaje y el medio ambiente.
La tierra, el aire, las plantas y los animales llegan a enfermar tanto por efecto de la intromisión humana que al ecologismo, a semejanza de la medicina, no le queda más remedio que especializarse y localizar sus acciones con exigencia de tratamientos, o simple respeto, en un punto concreto. Antes bastaba un GOB generalista con áreas internas. Ahora hace falta, además, una plataforma específica montada cada vez que salta la liebre del cemento, el asfalto o la reiteración del calzado humano entregado al pisoteo. Son los vigilantes de la Administración, de la especulación y lo que ya es más denigrante, el divertimento y el deporte mal entendidos.
De este modo a SOS Can Vairet no le queda más remedio que entrar en acción para evitar que la 'Isla Race Port Adriano' deje maltrecha la zona de Rafaubeig en su convocatoria del 26 de abril, precisamente en época de apareamiento de aves. Atletas en masa no son precisamente un estímulo para la intimidad animal.
Tanto la conselleria de Medio Ambiente como el ayuntamiento de Calvià dicen que la carrera no está autorizada de momento, que están a la espera de informes técnicos y de documentación de la organización. Pero vaya, no se percibe una especial convicción administrativa para garantizar la protección de Rafaubeig. Es como si todo fuera un mero asunto de papeles. En estas condiciones, la inclusión del ANEI en cuestión dentro de la Red Natura 2000 se desvela insuficiente.
