Pollença debate una nueva normativa que regule el precio del agua, por ello, Junts Avançam reclama que esta norma penalice los consumos abusivos y que se calcule el consumo en función del número de personas que viven en una casa y no por vivienda. "Es imprescindible para que la ordenanza sea justa que se combine el padrón de habitantes con el consumo de agua", esgrime la formación, consciente de que "para tener una fiscalidad más justa, es necesario sustituir la cuota de consumo por vivienda por una cuota de consumo por persona".

Junts Avançam también aboga por penalizar los consumos abusivos. "El agua es un recurso natural escaso y se debe hacer un uso racional", razonan desde la formación, que apuesta por penalizar los consumos excesivos a través de una tarifa progresiva y bonificar aquellos consumos más bajos. Desde la formación argumentan que en los consumos domésticos la propuesta que se hace utiliza los mismos intervalos de metros cúbicos de Emaya pero no les aplica la misma tarifa en el caso de consumos más elevados, así, Junts Avançam propone gravar más a los consumos excesivos.

En cuanto a los hoteles, aunque la ordenanza incrementa los precios a estos establecimientos, Junts Avançam considera esta subida "insuficiente" porque en la "mayoría de casos no cubre el coste del agua" ya que, argumentan, el consumo en hoteles es de abril a octubre, que es cuando se compra el agua a la planta desaladora con un coste mucho más elevado.

Desde la formación razonan que los negocios, sobre todo los turísticos, pagan el precio del agua más caro que una vivenda. "Así se refleja en las ordenanzas", sentencian, por ello, lamentan que no se hayan tenido en cuenta las viviendas vacacionales ya sean en edificios unifamiliares o plurifamiliares.

De esta forma defienden la creación de una nueva cuota para las viviendas vacacionales, una cuota que tan solo se aplicaría de mayo a octubre, que son los meses de máxima ocupación turística. El resto del año se aplicaría la cuota de consumo doméstico.