El Museu de Mallorca acogerá la presentación de la primera pieza de cerámica, ya restaurada, que se extrajo del yacimiento arqueológico de Almallutx, ubicado donde actualmente está el embalse del Gorg Blau. Se trata de una tinaja de barro que ha requerido meses de trabajo de restauración para recuperar su forma original.

La jarra fue extraída del yacimiento musulmán que se encuentra sumergido bajo las aguas del Gorg Blau, en Escorca. El equipo de investigadores del que forma parte el solleric Jaume Deyà localizó el poblado islámico que entre los años 1229 y 1232 se instaló en Almallutx con motivo de la invasión cristiana promovida por el rey Jaume I, que expulsó a los árabes de Mallorca. Los árabes que poblaban la isla se refugiaron en el poblado de Almallutx, donde se instalaron hasta que finalmente fueron expulsados de la isla.

Según explicó Deyà, la tinaja fue extraída del yacimiento en el pasado año 2012. En total se recuperaron siete recipientes similares de gran tamaño más otros cinco más pequeños, además de platos, cerámicas y hasta una veintena de objetos que en el futuro deberán someterse a restauración.

De momento, los arqueólogos disponen de dos tinajas totalmente restauradas, que han requerido de un laborioso proceso de montaje propiciado por su antigüedad y por haber sido sumergidas bajo el agua del embalse durante décadas.

En este sentido, el arqueólogo solleric explicó que las piezas que próximamente se presentarán "han necesitado de un proceso especial de restauración debido a su estado de conservación". Las dos piezas miden 90 centímetros de alto por unos 60 de ancho.

Para conservar la carne

Lo más curioso de la pieza que ahora ha sido recuperada es que no servía para transportar líquidos como se podría pensar.

Jaume Deyà ha explicado que "la pieza olía a aceite rancio", por lo que fue sometida a un estudio con el que se descubrieron restos de azafrán, aceite y zumos de cítricos. La conclusión a la que han llegado los investigadores es que el recipiente servía para la conservación de la carne, de acuerdo con la fórmula que utilizaban los musulmanes de aquella época.

Las investigaciones en torno al yacimiento musulmán continúan a pesar de que no se hacen excavaciones. El trabajo de Deyà y su equipo se centra en labores de laboratorio para analizar las piezas rescatadas.

Otra tarea importante que ocupa a los arqueólogos es la de encontrar financiación para seguir trabajando en las investigaciones a pesar de que la administración pública no apoya la iniciativa.

"Desde el año 2012 estamos esperando unas ayudas del Consell de Mallorca que no llegan", aseguró Deyà, que enfatizó estar cansado de escuchar promesas de políticos que no llegan a materializarse.