El Pla de Mallorca se movió en la madrugada del martes. Y lo hizo de forma literal. Eso sí, fue un ligero temblor, imperceptible para muchos vecinos, aunque otros sí que lo sintieron y se despertaron sobresaltados por el estruendo que habían oído. El epicentro del terremoto de baja intensidad se situó al sureste de Petra.

Los expertos creen que puede haber réplicas, aunque lo más probable es que sean prácticamente imperceptibles. En Mallorca, el episodio más grave reciente causado por un movimiento sísmico ocurrió en 2003, tras un terremoto con epicentro en Argelia cuyos efectos se notaron sobre todo en los puertos de la isla.

Fue de madrugada cuando la tierra del Pla fue sacudida. Concretamente, a las 2.50 horas del martes. Vecinos de municipios como Petra, Vilafranca o Sant Joan explicaron después que habían notado los temblores de la tierra y relataron cómo los animales se alteraron, especialmente los perros, que empezaron a ladrar.

El seísmo tuvo una magnitud de 2,1 en la escala de Richter. La intensidad máxima fue de II y III, parámetros bajos según el estándar definido por el Instituto Geográfico Nacional.

Según afirmó ayer el jefe de la Unidad Territorial del Instituto Geológico y Minero de España ( IGME), Pedro Robledo, el terremoto que afectó al Pla de Mallorca fue de "muy baja intensidad, que puede ser relativamente frecuente en muchas zonas del territorio español".

Posibilidad de réplicas

Respecto a la posibilidad de que haya réplicas, Robledo sostuvo que "puede haberlas, pero también de baja intensidad y probablemente ya no las notemos".

"En general, Mallorca no es un área propicia para movimientos sísmicos, pero algunas de las grandes fallas pueden sufrir un mayor desplazamiento y causar este tipo de fenómenos de baja intensidad y cuyo epicentro suele estar en torno a 10 kilómetros, normalmente muy locales y de baja intensidad", argumentó, en declaraciones realizadas a este diario.

En los últimos tres siglos se han registrado entre 60 y 70 terremotos en Mallorca, todos ellos de alcance reducido, como recordó Robledo, que subrayó que uno de los que causó mayor impacto fue el de 2003, que fue de 7 en la escala de Richter aunque su epicentro se situó en Argelia.

En aquella ocasión, tampoco hubo víctimas, pero los daños materiales fueron cuantiosos, sobre todo en el litoral. Se registraron en aquel entonces incidentes en localidades como el Port d'Andratx, ses Salines, Port d'Alcúdia, Portocristo, Cala Rajada, Portocolom o Santanyí.

Más de un centenar de embarcaciones se vieron afectadas por la subida del nivel del mar en diferentes puertos de Balears. Además, se inundaron zonas cercanas al mar.

Centrando el análisis en el terremoto de la madrugada del martes, el científico titular del IGME, Raúl Pérez, cuyo campo de trabajo es la geología de los terremotos, explicó a este diario que el seísmo tuvo lugar a una profundidad de nueve kilómetros; una profundidad elevada que contribuyó a que sus efectos no se hiciesen notar en demasía en superficie.

El caso de Murcia

En este sentido, Pérez recordó que el terremoto que afectó a Lorca ( Murcia) en 2011, que causó nueve fallecidos y destruyó numerosos edificios y viviendas, fue especialmente devastador, porque la profundidad del seísmo fue menor.

Además, en ese caso, el terremoto alcanzó un 5,1 en la escala Richter, un nivel a partir del cual los temblores de tierra pueden ser "catastróficos", según explicó.

Sobre la actividad sísmica en Mallorca, este científico del IGME declaró que la isla "tiene fallas que están afectando a materiales recientes". Una de las fallas especialmente activas es la de Sencelles, que atraviesa toda la isla y que, según varios trabajos científicos, puede provocar seísmos de intensidad VIII, de nivel muy elevado. En todo caso, Pérez dudó de que esté asociada al último temblor. "Podría ser alguna falla secundaria", apostilló.

En el caso del temblor de tierra ocurrido la pasada madrugada, la intensidad se situó entre los grados II y III, que es un nivel bajo.

En la escala de intensidad sísmica, que se calcula a partir de los efectos que tiene el temblor sobre las personas y las infraestructuras, el mayor nivel alcanza el número XII, cuando la devastación es total y no queda piedra sobre piedra. En el nivel II, el temblor apenas se siente y, en el III, las "personas en reposo sienten un balanceo o ligero temblor" y los "objetos colgados oscilan levemente", según consta en la definición de los grados de intensidad elaborados por el Instituto Geográfico Nacional.

Un terremoto histórico

El episodio en que se registró un terremoto de mayor intensidad en Mallorca ocurrió el 15 de mayo de 1851. Aquel seísmo está catalogado con un grado VIII, como consta en la serie histórica que aparece en el Decreto de 2005 por el que el Govern aprobó un plan especial frente al riesgo sísmico en Balears. El de 1851 se notó especialmente en el Pla de na Tesa, en Pòrtol y en Palma, donde afectó a la joya de la corona del patrimonio arquitectónico: la Catedral, cuya fachada tuvo que ser reformada en profundidad. El arquitecto Antoni Sureda fue el encargado de desmontar pieza a pieza el frontis catedralicio. Así lo recordaba el cronista de Ciutat, Bartomeu Bestard, en un artículo aparecido en este diario en 2017: "En el bando del gobernador se podían leer los desperfectos que había causado el terremoto en los edificios de Palma. Según este bando, los edificios más afectados fueron la Catedral, San Miguel, San Agustín, San Francisco y el colegio de Montesión. En San Francisco, cayó la linterna del campanario atravesando una de las bóvedas de la iglesia, mientras que el claustro medieval se vio afectado por importantes grietas. El castillo de la Almudaina, la torre del Ángel y el campanario de la capilla de Santa Ana quedaron gravemente afectados, amenazando ruina".

Las réplicas se prolongaron hasta agosto de 1852, 15 meses después del seísmo principal, según explica Jordi Giménez en un artículo publicado en el año 2003 en Geogaceta , bajo el título 'Nuevos datos sobre la actividad posneógena en la isla de Mallorca'.

Este autor explica cómo ese seísmo de 1851 provocó "pequeños cambios en la circulación de las aguas subterráneas y la emanación de gas sulfhídrico de la fuente termal de Campos.

En 2003, se registró el último episodio de gravedad tras un terremoto de nivel 7 en la escala de Richter, en la costa de Argelia. También hubo un seísmo en 2010, de 3,2, pero apenas tuvo consecuencias.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • Un terremoto sacude el Pla de Mallorca
  • "Puede haber réplicas, pero probablemente ya no las notemos"

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO