La restauradora Marta Díaz-caneja analizó ayer la creu de terme de Sant Joan para determinar si era mejor extraerla de una pieza o por partes ya que está muy intervenida. La cruz debe quitarse por seguridad para ejecutar las obras de reparación del muro de la calle Palma (que amenaza con derrumbarse) con la garantía de no afectar al elemento patrimonial.