Una conductora será juzgada por el atropello mortal de un joven de 20 años que deambulaba ebrio de madrugada por la carretera de s'Estanyol, en Llucmajor. La acusada se marchó del lugar del accidente, se entregó a la Guardia Civil un día y medio después y en el análisis de saliva se detectó cocaína y cannabis. El caso fue archivado a instancias de la fiscalía y la defensa, pero la Audiencia Provincial ha reabierto ahora la causa al apreciar indicios de que la acusada iba distraída y huyó pese a ser consciente del atropello. El tribunal, como sostenía el abogado de la acusación particular, Tomeu Vidal, apunta a posibles delitos de homicidio imprudente y omisión del deber de socorro y ordena juzgar el caso.

El accidente ocurrió poco antes de las tres y media de la madrugada del 19 agosto de 2018 en el kilómetro 10,4 de la carretera MA-6015. La acusada sostiene que notó un impacto en su vehículo, se detuvo y miró por la ventanilla, pero no vio nada y se fue. El tribunal considera "inverosímil" que no fuera consciente de que había atropellado a una persona, pues su coche presentaba daños en el retrovisor izquierdo y el parabrisas delantero.

Por otro lado, la Audiencia destaca que el atropello se produjo de noche, en un cambio de rasante sin iluminación artificial y que la víctima irrumpió en la calzada sin elementos reflectantes y bajo los efectos del alcohol. Pero considera relevante que la acusada no realizara ninguna maniobra evasiva para esquivar al peatón y apunta a una posible distracción de la mujer como causa del siniestro. Los magistrados resaltan que otros tres conductores, según contaron ellos mismos, tuvieron que sortearlo porque estaba haciendo aspavientos como si quisiera parar algún vehículo. Además, la propia acusada dijo haber visto cómo el coche que la precedía realizó una maniobra evasiva antes de perderlo de vista por el cambio de rasante.

El tribunal también valora que se detectara cannabis y cocaína en las muestras de saliva tomadas a la conductora cuando, 34 horas después del accidente, acudió con un abogado a la Guardia Civil para confesar la autoría del atropello. Y destaca que para entonces la investigación policial ya había conseguido identificarla. Finalmente, incide en el posible uso inadecuado del alumbrado del coche por parte de la sospechosa, que además circulaba sin seguro y con la ITV y el permiso de conducir caducados.

Con todo, la Audiencia considera "prematura" la decisión de archivar el procedimiento ante los incidios de una "imprudencia penalmente relevante" y decreta que la conductora sea juzgada.

La víctima, Alejandro Nicolás Vega-Hazas Martí, de 20 años, residía en Madrid pero estaba muy vinculada a Mallorca. Era nieto del exdecano del Colegio de Abogados de Madrid Luis Martí Mingarro, quien en agosto de 2009 compró las acciones del Real Mallorca a Mateo Alemany, a través del Grupo Safín, para que su hermano Javier se hiciera con el club durante algo menos de un año.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • Buscan al conductor que atropelló mortalmente a un joven y huyó en s'Estanyol
  • Acusan de dos delitos a una conductora que mató a un peatón en s'Estanyol

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO