El ayuntamiento de Calvià y la conselleria de Medio Ambiente colaboran para que no se vuelvan a repetir en la finca municipal de Galatzó (en es Capdellà) las escenas protagonizadas por quads y motos de cross circulando por la propiedad, una práctica que está prohibida.

Así se remarca en la señalización instalada en los accesos informando de esta restricción. Además, los agentes medioambientales ayudan al Consistorio en el control de estas prácticas que infringen la normativa.

La finca de Galatzó, cuya superficie corresponde al 10% del municipio de Calvià, es la joya de la corona del Ayuntamiento, con su rico patrimonio natural, etnológico y arquitectónico. Cuenta con más de 15 kilómetros de rutas senderistas, que frecuentan residentes y turistas.

Un entorno idílico

El entorno idílico, coronado por el Puig de Galatzó y la Mola de s’Esclop, se ha visto alterado en los últimos meses por la presencia de vehículos no autorizados. El Ayuntamiento ha informado de que, en vista de esta situación, el departamento municipal de Medio Ambiente solicitó ayuda a los agentes medioambientales de la Conselleria. Concretamente, se les pidió que incluyeran Galatzó dentro de sus planes de seguimiento para el cumplimiento de las normativas en suelo rústico.

Por lo visto, algunos excursionistas habían denunciado la presencia de quads y de motos por el interior de la finca, lo que está prohibido. También se habían registrado quejas de que había bicicletas de montaña que se salían de las rutas habilitadas. En los últimos días, han proliferado otras denuncias por la presencia de motos de cross en parajes naturales. Esta semana, la organización ecologista GOB difundía unas imágenes en que aparecía una docena de motoristas circulando por el litoral que une el Port des Canonge y Banyalbufar. Los agentes de Medio Ambiente del Govern investigan los hechos acaecidos en esta zona de especial conservación.