El pleno celebrado ayer jueves en el ayuntamiento de Pollença aprobó de forma provisional un nuevo catálogo de patrimonio que, a diferencia del elaborado por el anterior equipo de gobierno, excluye cinco casas del Moll pollencí que son exponentes de la arquitectura racionalista de principios del siglo XX en el núcleo costero. La decisión fue duramente criticada por la oposición, que denunció la existencia de “motivos políticos y no técnicos” en la exclusión de los inmuebles.

El alcalde Tomeu Cifre (Tots per Pollença) explicó que el catálogo incluye unas 300 fichas, manteniendo las incorporaciones de la pasada legislatura como el centro histórico de Pollença, la fábrica de Can Morató y las dos araucarias de la calle de Maria, aunque se eliminan los inmuebles de Can Qués, Can Morató, Can Mena, Ca l’Adroguer y Can Tugores. Cifre se remitió a un anterior informe técnico que aconsejaba su exclusión por temor a posibles reclamaciones de indemnizaciones por parte de los propietarios, que cifró en ocho millones de euros.

Michael Muller, de Podem Pollença, señaló que “se trata de una decisión política no fundamentada en criterios técnicos”, mientras que Marina Llobera, de Alternativa per Pollença, denunció que con este nuevo catálogo el municipio “retrocede cinco años atrás”. También reprochó la “incoherencia” del alcalde Cifre, que “se va a recoger premios por ser Pollença uno de los pueblos más bonitos de España y por otra parte apuesta por desproteger edificios singulares”.

El exalcalde Miquel Àngel March (Junts Avançam), explicó que la de ayer es la “quinta ocasión” que se lleva a votación el catálogo y “es la más irresponsable”. Recordó que el Consell “dijo claramente que los cinco inmuebles del Moll debían incorporarse al catálogo”, por lo que instó, sin éxito, a presentar la versión aprobada en la pasada legislatura para “no perder tiempo”.