El proceso de identificación de los cuerpos exhumados en las fosas de Balears sigue dando sus frutos. Gracias a los análisis de ADN y a los estudios antropológicos se han confirmado las identidades de Antoni Castañer Cifre y Antoni Oliver Jordà de Pollença, Macià Salvà Coll del Coll d'en Rabassa y Miquel Martorell Gelabert de Bunyola, asesinados en 1936.

El de Antoni Castañer es uno de los tres cuerpos recuperados en la fosa de Marratxí en septiembre de 2018 mientras que los análisis de ADN han sido claves para identificar los restos del también pollencí Antoni Oliver enterrado en una fosa común en el cementerio de Llucmajor, junto con Macià Salvà y Miquel Martorell. Para confirmar sus identidades, explicó el Govern, ha sido necesario, además de los análisis de ADN, realizar estudios antropológicos. Ellos tres fueron fusilados junto a Sebastià Vidal en la carretera de Palma a Portocolom entre los meses de octubre y diciembre de 1936. Sus cuerpos fueron enterrados en cuatro puntos distintos del cementerio de Llucmajor. Sus restos se recuperaron gracias a las labores de exhumación ejecutadas ahora hace un año.

Con estas cuatro nuevas identificaciones se eleva a 25 el número total de cuerpos exhumados identificados en Balears. La Secretaria Autonòmica de Memòria Democràtica i Bon Govern tiene previsto entregar los restos a sus familiares en un acto de homenaje que se celebrará a lo largo de estos próximos meses.

Antoni Castañer. Payés pollencí de 33 años, su cuerpo apareció el 22 de agosto de 1936 junto a otros dos hombres en el kilómetro 7 de la carretera Palma-Inca. Fueron enterrados en una fosa de Marratxí uno encima del otro. Los análisis también han podido identificar a Miquel Marquet Perelló. Falta la tercera víctima que se está trabajando en su identificación. En el registro se anotó que sus muertes eran consecuencia de un accidente aunque las autopsias determinan que presentaban heridas de arma de fuego. Precisamente en el caso de Castañer, el estudio forense lo describe como un hombre de 38 años, de 169 cm y de complexión robusta. Presentaba cuatro heridas de armas de fuego, dos en la cabeza y otras dos en el tórax.

-Macià Salvà Coll. Albañil de 32 años. Su cuerpo apareció el 28 de octubre de 1936. Su mujer lo identificó y fue enterrado en Llucmajor. Según su familia, antes del golpe de estado, Salvà y Sebastià Vidal denunciaron a un sacerdote por abusos a menores.

-Antoni Oliver Jordà. Natural de Pollença, inicialmente no fue identificado pero su supuso que era él por un tatuaje en su brazo derecho con el nombre de su exmujer. Su cadáver fue hallado el 19 de diciembre de 1936. Contactaron con su exmujer pero como hacía tiempo que había sido enterrado en el cementerio de Llucmajor, no lo pudo identificar por su ropa que estaba medio podrida. Según los datos de la autopsia, tenía entre 35 y 40 años.

-Miquel Martorell Gelabert. Nacido en Orient (Bunyola) fue asesinado a los 35 años. Su cadáver apareció el 3 de diciembre de 1936 en una cuneta de la carretera de Palma a Portocolom con múltiples heridas de bala y las manos atadas a la espalda. Su cadáver fue enterrado sin identificar. Su mujer reconoció su ropa y sus pertenencias una semana después de que fuera enterrado en el cementerio de Llucmajor.