La Comissió Balear de Medi Ambient tramita actualmente 14 parques fotovoltaicos en el municipio de Llucmajor. Son al menos 14 parques fotovoltaicos que ocuparán más de un millón y medio de metros cuadrados, una superficie que equivale a 214 quarterades, y se ubicarán en zonas rurales del municipio y también en la Marina de Llucmajor. Según la Dirección General de Energía, todos los proyectos de nuevas plantas de producción de energía solar pasan por varios trámites administrativos que garantizan que no se verán afectados los terrenos con valores ecológicos o agrarios.

Ante la proliferación de parques fotovoltaicos en Llucmajor, las entidades ecologistas alertan al Govern que estos proyectos ponen en peligro tanto la producción agraria como el paisaje de fora vila. Por eso exigen que se fijen sobre el mapa los lugares más indicados para situar los parques fotovoltaicos y tanto Terraferida como el GOB apuestan por ubicar las placas solares en zonas industriales, antiguas canteras, aparcamientos o antiguos vertederos.

En este sentido, el portavoz de Terraferida, Jaume Adrover, lamenta que "el campo de Llucmajor está a punto de convertirse en un polígono energético que dará la espalda al paisaje, a la producción agrícola o al pastoreo". Según Jaume Adrover, "este tipo de iniciativas buscan tierras baratas, ahora mismo no hay ningún criterio social o ambiental para instalar los parques solares y el Govern dice que lo regulará pero mientras tanto hace tiempo por no tomar ninguna decisión".

Desde el Govern explican que para poder cubrir toda la demanda eléctrica de las islas con energía fotovoltaica sería necesario instalar placas solares en un 5 por ciento del territorio de las islas.

Así, el director general de Energía y Cambio Climático, Aitor Urresti, defiende que "no hay que caer en el alarmismo y no es cierto que por el hecho de instalar nuevos parques fotovoltaicos nos quedemos sin territorio rural o natural". Así Urresti apunta a que "para poder instalar un nuevo parque fotovoltaico, hay que seguir todos los trámites administrativos y éstos evalúan que los terrenos donde se pretenden instalar las placas sean aptos y no afecten los valores ecológicos o agrarios del campo mallorquín", explica el responsable de políticas energéticas del Govern, Aitor Urresti. Además, según el director general, el material que se utiliza para instalar los parques fotovoltaicos se puede desmontar sin generar ningún tipo de rastro en el territorio.

Ante esta situación, el ayuntamiento de Llucmajor no cuenta con competencias en la autorización de nuevos parques solares. Aun así, elConsistorio ve con buenos ojos estas nuevas instalaciones.

En fincas abandonadas

Según el concejal de Urbanismo, Guillem Roig, "si queremos energía limpia hay que sacarla de algún sitio". Además, desde el Ayuntamiento defienden los nuevos parques solares, que según el concejal, en su mayoría "se instalaran en fincas que están abandonadas y creo que es peor ver la tierra sin cuidar que verla con estas placas, que no se instalarán con cemento y todo será limpio y verde", concluye el responsable del área de Urbanismo de Llucmajor.

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