Sa Pobla brilla en Gràcia (Barcelona) desde el jueves por la noche. Hace ya 28 años que el pueblo mallorquín exportó sus festejos de Sant Antoni al popular barrio barcelonés, y en la actualidad forman parte ya del calendario festivo del lugar. Tanto es así que los habitantes lo consideran sus fiestas oficiosas.

La noche del jueves tuvo como protagonista al embutido mallorquín por excelencia, la sobrasada, debidamente

acompañada por el botifarrón y el camaiot. El bar del Centre Artesà Tradicionàrius acogió una cata de dichos productos que atrajo a unas 200 personas. Tanto es así que la cafetería resultó insuficiente para acoger al público que acudió.

El artífice de la fiesta ‘poblera’ de Gràcia, Antoni Torrens. P. CÓRCOLES GMv2_fin|pTipoComp=fotos&pIdGaleria=5e2cc4776abc8641442639b5|GMv2_fin

Entre los asistentes había muchos estudiantes mallorquines que hicieron un alto en sus tareas para acudir a conversar con otros mallorquines y cenar entre paisanos. La travesía de la calle Sant Antoni, lugar en que se ubica el Tradicionàrius, se llenó de jóvenes y otros mallorquines llegados ya desde la isla. Fueron los primeros, puesto que la embajada oficial de sa Pobla llegará hoy por la tarde.

Tras la cata de embutidos tuvo lugar una glosada popular en el mismo Centre Artesà con glosadors mallorquines, otros catalanes y espontáneos que se sumaron a rimar, con humor y acierto, pero sobre todo con muchas ganas de divertirse. Así lo resumiría Antoni Torrens, creador del evento, que el jueves estaba presente, una vez más, en el inicio de las fiestas. La política, la cultura, pero especialmente la borrasca Gloria fueron los protagonistas de muchas de las glosas que se improvisaron.

El grueso de los actos festivos tendrá lugar mañana, sábado, cuando los foguerons oficiales prenderán en la plaza del Diamant y en la de la Virreina, entre otros enclaves.