Tots per Pollença, el partido que lidera el equipo de gobierno municipal, aseguró ayer que el Pi de Sant Antoni “nunca estuvo en peligro de caer o de tumbarse”, tal y como han insinuado desde la oposición, aunque admite que “el exceso de gente provoca cada año una gran dificultad para la colocación de las cuñas y las cuerdas”, por lo que “se adoptarán medidas más drásticas al respecto”.

El partido del alcalde Tomeu Cifre salió así al paso de las afirmaciones del principal grupo de la oposición, Junts Avançam, que el martes reclamó la convocatoria urgente de la comisión de seguridad para evaluar los hechos ocurridos el viernes, al considerar que se puso en riesgo la integridad de las personas que participaban en la fiesta tradicional.

Tots asegura que el único herido leve de la fiesta “no recibió el impacto de la cesta con el trofeo sobre la cabeza, sino del cuchillo plegado que se pone para ayudar al que sube a cortar las cuerdas”, un aspecto que “será resuelto convenientemente”.

Longitud del pino

Asimismo, Tots señala que las ramas del pino no se rompieron porque el árbol fuera demasiado largo, sino por el grosor del Pi. “Se elige el pino más delgado y flexible precisamente para mejorar la seguridad y disminuir su peso, por lo que la parte alta es más frágil”, apunta el partido, que ataca a Junts Avançam porque en 2018 se eligió un pino demasiado grueso y poco flexible, lo que provocó el “desastre” (el pino se partió por la mitad en la Plaça Vella).

Por otra parte, Tots reprocha a los componentes de Junts Avançam su falta de participación en la fiesta. “No se ha visto a ningún miembro del partido en la comisión de la fiesta de Sant Antoni ni el día en que se fue a cortar el pino”. Asimismo, añade que “nadie de Junts ayudó a los organizadores que velaban por la seguridad de la fiesta; no se ha sabido nada de ellos en este Sant Antoni”.