Colonya, Caixa de Pollença, ha firmado un acuerdo para adquirir la antigua fábrica de Can Morató, un edificio industrial emblemático del pueblo.

Colonya se ha decantado por esta alternativa frente a otras opciones que hubiesen supuesto incluso un menor esfuerzo económico, porque con la rehabilitación de Can Morató se conseguirá recuperar un bien de alto valor patrimonial, un edificio singular especialmente protegido, ecléctico, derivado del modernismo, que fue declarado Bien Catalogado por el Consell de Mallorcay que forma parte del paisaje y del patrimonio histórico de nuestras islas, testimonio del desarrollo industrial de Mallorca antes de la eclosión del turismo.

El edificio, una vez se hayan obtenido todos los permisos necesarios, será restaurado y rehabilitado para la ubicación de la sede central de Colonya, Caixa d'Estalvis de Pollença y de la Fundació Guillem Cifre de Colonya, por lo que, además de los usos administrativos y financieros, contará con un espacio para recordar lo que fue la fábrica de Can Morató y con amplios espacios habilitados para llevar a cabo actividades sociales, culturales y educativas que permitirán que todo el municipio y la sociedad en general pueda disfrutar de este nuevo espacio.

Este acuerdo también ha sido posible gracias al esfuerzo de la familia Morató, actuales propietarios, que han valorado muy positivamente que la antigua fábrica se construyeron sus antepasados se pueda volver a convertir en un espacio impulsor y dinamizador de la actividad económica, social y cultural de las islas.

Un edificio con historia

Recordemos que, desde 1922 y hasta el 1967, la fábrica de alfombras de Can Morató mantuvo su actividad industrial. Destacó por la perfección de la fabricación y por la belleza de los diseños de las alfombras "a nudos" que resultaban en verdaderas obras de arte. La familia Bosch-Morató construyó y dirigió esta fábrica en la vanguardia de la industria textil de aquel entonces. Sus alfombras se exportaron tanto a nivel nacional como internacional, ganándose su merecida fama de producto de gran calidad.

El año 1991, con la exposición Can Morató - La Fàbrica, en el record, Colonya ya hizo un homenaje a esta empresa estandarte, la cual todavía hoy es recordada por muchos pollensines porque o bien trabajaron allí (llegó a tener una plantilla de más de cien trabajadores, la mayoría mujeres), o bien porque vivieron la época de su máximo esplendor.