Han sido muchos meses de espera paciente y resignada. Ahora, al fin, llega un aviso de movimiento al andén de las abundantes carencias de Serveis Ferroviaris. Falta todavía, sin embargo, mucho recorrido para, en el mejor de los supuestos, poder alcanzar un destino aceptable. Conviene, de todos modos, permanecer en el escepticismo porque hay antecedentes de fracaso y porque los propios impulsores de la mejor dotación de medios y frecuencias, para explicar los avances, hacen alusión al "horizonte". Ya saben, esa línea que siempre se ve y nunca se alcanza.
Administración y trabajadores comparecen ante la opinión pública y hacen visible el alcance de su paz social. La consecuencia es la creación de 59 nuevos puestos de trabajo mediante concurso abierto, promoción interna y consolidación de interinos, que con el tiempo, un mínimo de año y medio, debe permitir el incremento de trenes nocturnos y frecuencias en todos los trazados del tren y metro.
Con la mejora de medios también se aspira a alcanzar la integración tarifaria, una atención al usuario normalizada y la mejor dotación de servicios mecánicos y administrativos.
En la lista de objetivos está de forma implícita el reconocimiento de las carencias sustanciales mal enganchadas y por tanto la cuestión sigue estando en por qué el Govern ha tardado tanto tiempo en encauzar su reparación.
Las agendas verdes y la consolidación medioambiental resultan más creíbles de la mano de una consolidación real y efectiva del transporte público del que el tren es un elemento fundamental, sobre todo en un lugar de demografía descontrolada y límite territorial como es Mallorca.
