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Exposición

Bernareggi, el artista que puso a Santanyí en el mapa

La localidad conmemora la llegada del pintor hace un siglo con una exposición que exhibe piezas inéditas en la Casa de Cultura

Una de las 16 obras que se exhibirán en la Casa de Cultura. Ayuntamiento

Francisco Bernareggi fue el primer artista en retratar las aguas cristalinas y turquesas de Cala Figuera. Lo hizo hace cien años tras abandonar Sóller en busca de nuevas experiencias. La belleza de Santanyí le cautivó y no dudó en plasmarlo en sus lienzos. Ahora, con motivo del aniversario de su llegada al municipio, el Ayuntamiento ha organizado una exposición que exhibe piezas inéditas de su obra en la Casa de Cultura y que estará abierta desde hoy hasta el próximo 23 de enero.

Imagen inédita del artista pintando. Ayuntamiento

"Bernareggi, con sus cuadros, mostró al mundo Santanyí y lo situó en el mapa", asegura el historiador Andreu Pons, quien ha investigado en profundidad la trayectoria del artista. Le define como un hombre muy meticuloso que iba adelantado a su tiempo. "Siempre innovaba y arriesgaba", afirma Pons. Y una muestra de ello es que viajó hasta la otra punta de la isla, sin saber lo que le esperaba, en busca de la inspiración. "Y lo consiguió", añade.

En palabras del historiador, el artista quedó fascinado con la costa santanyinera. Su primera obra fue Placidez, una pintura de Cala Figuera datada en 1919. En ella, Bernareggi retrató cuatro llaüts amarrados en el mar con la costa de fondo. En primer plano, "los árboles de Mallorca": tres pinos. Un año después, en 1920, esta pieza, junto a otras, fueron presentadas en una exposición en La Veda. La muestra generó un gran revuelo en el ámbito cultural de la isla al romper con todos los cánones establecidos hasta el momento. El nombre de Bernareggi comenzó a coger fuerza en Mallorca.

El pintor, que nació en Argentina y se formó en Cataluña junto a Picasso, Canals, Sunyer y Nonell, entre otros, continuó su carrera artística en Santanyí. Los paisajes idílicos de Cala Figuera y Cala Santanyí fueron durante los primeros años su inspiración. Después, su atención se centró en las calles y los edificios más emblemáticos del municipio, como el campanario de la iglesia o el inmueble donde ahora se ubica la Casa de Cultura.Un precursor

Según Pons, Bernareggi era un hombre curioso que inspeccionó todos los rincones de la localidad. "Fue el precursor de la propaganda turística de Santanyí. Después de él, vinieron multitud de artistas como Llorenç Cerdà", indica Pons. Pero Bernareggi no solo dio a conocer Santanyí al mundo sino a la propia población. "Había mucha gente que nunca había visto el mar y lo vio por primera vez a través de los cuadros del artista", señala la regidora de Cultura, Ricarda Vicens, quien sostiene que el artista "ha dejado huella en Santanyí".

Vivió en la localidad hasta que estalló la Guerra Civil en 1936 y huyó a su país natal, a Argentina. Allí se dedicó a la docencia hasta que en 1949 regresó a la isla, seducido por su naturaleza.

"Sus piezas son casi esculturas"

El historiador pone en valor la técnica que Bernareggi utilizaba en sus piezas. "Son casi como esculturas", indica. Y es que el artista estaba obsesionado con que el paso del tiempo no estropeara sus obras. Por ello, según explica Pons, el artista experimentaba con los colores y los probaba en las fachadas para comprobar que con el tiempo la pintura no se deteriorara. Y lo mismo con las telas. "Las ponía al sol durante un año para ver cómo quedaban", explica Pons.

¿El resultado? "Unas obras espectaculares que parecen acabadas de pintar", responde el historiador, quien destaca que solo las piezas de Bernareggi han conseguido ganar la batalla al tiempo. "Quiso crear belleza y lo consiguió", apostilla Pons.

Durante la Primera Guerra Mundial, relata Pons, el artista estuvo varias temporadas sin pintar porque las telas que importaba del extranjero no se podían traer. "Todo debía ser perfecto", manifiesta.

Además de las dieciséis obras de colecciones privadas, algunas de ellas inéditas, en la exposición se exhibirán vitrinas con herramientas del artista como, por ejemplo, una espátula de oro. "Utilizaba oro porque decía que con el metal la pintura se podía dañar", desvela Pons.

La muestra, que abre hoy sus puertas hasta el día 23 de enero, cuenta con visitas guiadas gratuitas con el objetivo de que todos los vecinos puedan disfrutar "de este tesoro". "Los niños y niñas podrán ver aquellas obras que sus abuelos contemplaron hace ahora cien años", afirma Pons, quien añade que el recuerdo de Bernareggi "está más vivo que nunca".

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