Una treintena de familias de ses Salines y la Colònia de Sant Jordi denuncian que están viviendo una situación "límite" ante la falta de transporte para los alumnos que cursan Bachillerato, por lo que exigen al Govern que modifique la normativa vigente y restablezca la anterior, que permitía a los estudiantes ocupar las plazas que sobraban en los autobuses.

Según asegura Jesús García, uno de los padres afectados, las familias están desesperadas porque el modelo actual es insostenible, ya que son los padres quienes deben hacerse cargo del transporte de sus hijos, o bien acompañándoles con sus vehículos, y muchos de ellos no pueden porque trabajan, o bien pagando un autobús privado, lo que les supone un gran gasto que no todos pueden afrontar (hablamos de unos 1.000 euros anuales). Por ello, piden al Ejecutivo balear que actúe y acabe con esta situación.

En palabras de García, la legislación anterior establecía el número de autobuses que debía ofrecer cada núcleo, en el caso de ses Salines eran cuatro, mientras que ahora la norma fija el número de plazas y solo tiene en cuenta a los alumnos que cursan estudios obligatorios. "Ahora la empresa concesionaria ha adquirido autobuses de dos pisos que le permiten cubrir todas las plazas con solo dos vehículos, lo que no deja plazas libres para los estudiantes de Bachillerato", indica García. Por lo tanto, sin plazas sobrantes, los alumnos deben "buscarse la vida".

García asegura que esta "innecesaria decisión" de cambiar las bases del concurso "tiene un carácter básicamente político, no técnico, y sin duda viene motivada por la loable intención de recortar gastos", y añade que se podría haber encontrado otra manera de recortar "sin tocar Sanidad ni Educación. Y menos un Govern de progrés".

Estas familias reconocen que ha habido voluntad política por parte de algunas instituciones pero no son suficientes. "El ayuntamiento de ses Salines ha ofrecido una beca de transporte que ayudará en cierta medida a paliar el problema, pero resulta totalmente insuficiente teniendo en cuenta que el gasto que ahora están asumiendo las familias subirá a lo largo del año a unos 30.000 euros", manifiesta García. Asimismo, Transports de les Illes Balears (TIB) ha modificado el horario y recorrido de algunas líneas para que los estudiantes puedan coger el transporte público para ir al instituto, pero según indica García, esta medida no es suficiente porque los horarios del mediodía son incompatibles. Por ello, insisten las familias, la única solución factible es volver al sistema anterior.

El Govern

Tras las quejas de las familias afectadas y de la comisión educativa, el conseller de Educación, Martí March, explicó el pasado mes en el Parlament como respuesta de una pregunta del PP que su departamento, en colaboración con la conselleria de Movilidad, está buscando "soluciones" para ofrecer transporte público a los estudiantes de Bachillerato y de otros ciclos de enseñanza no obligatorios.

Según detalló el conseller de Educación, desde su departamento se están estudiando varias opciones para facilitar el desplazamiento de los alumnos de los ciclos superiores, ya sea mediante el tren y los autobuses regulares o a través de servicios específicos.

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