El primer castillo de Alaró, el de sa Bastida, comienza a desvelar sus misterios. El primer año de trabajos arqueológicos en un yacimiento del que se espera que aporte abundante información sobre el periodo en el que estuvo activo, entre los siglos IV y VII después de Cristo, ha sacado a la luz imponentes murallas y grandes aljibes. El arqueólogo Biel Llodrà, director del proyecto, desgrana las razones para justificar la expectación generada en medios académicos y entre la población de Alaró.

Explicaciones del arqueólogo Biel Llodrà.

El primer argumento a favor de la importancia de sa Bastida es una cuestión de tamaño. "Nos encontramos ante un yacimiento que, como mínimo, ocupa 19 hectáreas", explica Llodrà. Es el equivalente a otros tantos campos de fútbol. No se puede descartar que, a medida que avancen las labores, esta superficie se amplíe considerablemente.

La segunda razón que convierte en especial el enclave es que los materiales vistos hasta ahora "corresponden a la antigüedad tardía". Se trata de un lugar poco contaminado por el paso de sucesivas civilizaciones que han ocupado Mallorca desde la conquista musulmana de 902. Estamos hablando del periodo que abarca desde los últimos estertores del Imperio Romano de Occidente, el reino vándalo y el imperio de Bizancio.

El Puig de sa Bastida tiene una altura de 579 metrosaltura de 579 metros, está muy cerca del barrio alaroner de Los Damunt. La zona arqueológica se encuentra próxima al denominado Picó Gros. Los primeros restos están a una altura de 420 metros y protegen el camino de acceso.

En 2017 se dieron los pasos iniciales para un acuerdo con la propiedad que permite investigar en las ruinas. El convenio tiene una duración de cinco años. En 2018 se presentó un plan de actuación al Consell de Mallorca, que ha concedido una subvención que cubre las primeras actuaciones. Durante la campaña del año que está a punto de finalizar, se ha trabajado en el desbrozado y tala selectiva de vegetación, se ha elaborado una planimetría en tres dimensiones y se ha indagado en las fuentes antiguas, especialmente en las de época medieval.

En documentos del siglo XIV es citada como Bastida del Comte de Barcelona. Ya existen alusiones a paredes muy antiguas, donde algunos buscaban oro.

Estos pasos preliminares han permitido vislumbrar la ardua tarea de futuro. La simple enumeración de datos resulta relevante. Los cinco sectores en que se ha dividido el yacimiento cuentan con varios tramos de muralla que suman un centenar de metros. En algunos lugares, los muros alcanzan los 4,23 metros de altura, en otros ya solo se elevan un metro a causa del paso del tiempo o del reaprovechamiento de materiales por parte, probablemente, de carboneros.

El conjunto se encuentra a unos 250 metros de la caudalosa fuente de sa Bastida. A algo más de distancia, y con un acantilado entre medias, está la de ses Artigues. Pese a la abundante presencia de agua, los impulsores de la fortificación construyeron al menos siete aljibes -varios de ellos conectados entre sí- para garantizar el suministro de agua en caso de asedio.

También se ha detectado un número indeterminado de edificios dedicados a vivienda. Los trabajos futuros determinarán si se trata de habitáculos para los defensores de la fortificación o nos encontramos ante una ciudad con sus templos y sus casas señoriales.

El hallazgo de materiales repetidos en sa Bastida y el Castell permite deducir que existió un periodo de coexistencia entre las dos fortificaciones. Se trata de ánforas, tejas y cerámicas, algunas de las cuales ya fueron descritas por el arqueólogo Javier Aramburu-Zabala, quien en 2002 puso el foco sobre la importancia del yacimiento.

Gran actividad comercial

El catálogo de materiales detectados es mucho más amplio e incluye terra sigilata -una cerámica romana caracterizada por su color rojo-, cerámica ebusitana, vidrio, utensilios de cocina de procedencia africana, tegula -tejas de origen romano-. En muchos casos se trata de materiales de importación, demostración de que la posición central de Mallorca en el Mediterráneo Occidental facilitaba una fructífera actividad comercial.

Existe un texto fundamental sobre la conquista musulmana de Mallorca. Se trata de un documento del geógrafo Al Zuhri, que escribe: "En esta isla se encuentra una gran fortaleza construida en un lugar alto y yermo, sin parangón en el mundo habitado; es conocida con el nombre de Hisn Alarum. Cuentan los mallorquines que cuando la isla fue conquistada [...], los Rum se hicieron fuertes en esta fortaleza durante ocho años y cinco meses después de la conquista, sin que nadie pudiera hacer nada contra ellos". ¿Habla de sa Bastida o del Castell?

La duda parece resuelta a favor del Castell. Llodrà recurre a Guillem Rosselló Bordoy, quien explicó que un geógrafo como Al Zuhri al hablar de un lugar "sin parangón en el mundo habitado", solo podía referirse a las especiales características de la montaña del Castell de Alaró y su gemela s'Alcadena.

Los planes de futuro inmediatos pasan por una prospección sistemática de todo el yacimiento, seguir con el control de vegetación y actuaciones preventivas de conservación y continuar la labor divulgativa. A partir de entonces se planteará una excavación científica en los sectores a priori más interesantes.

" Alaró, un poble, dos castells", podría ser un buen lema de presentación para la localidad del Raiguer. La frase tiene un problema. En cuanto se pronuncia ante Biel Llodrà, la réplica es inmediata: "¡O tres!". Pero esta es otra historia.

Expectación y colaboración

El proyecto para conocer mejor sa Bastida es un ejemplo de cooperación entre lo público y lo privado. Comercial Bordoy, empresa propietaria del terreno, mostró una magnífica y desinteresada disposición a colaborar. Firmó un acuerdo con el ayuntamiento de Alaró con una duración de cinco años para permitir los trabajos arqueológicos. El Consell de Mallorca se sumó a la iniciativa con apoyo técnico y una aportación económica para las primeras labores. La conselleria de Medio Ambiente también colabora y sus técnicos participan en la limpieza de vegetación.

Para la labor de divulgación se ha establecido una línea de colaboración con la Associació Cultural Al Rum. Fruto de esta interacción, durante 2019 se han organizado visitas guiadas al yacimiento, que agotaron todas las plazas disponibles. También se ha organizado un acto explicativo, que el pasado 5 de diciembre abarrotó el Teatre d'Alaró, y se ha publicado un folleto de introducción histórica y arqueológica de sa Bastida.

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