El Tribunal Supremo ha dictado una sentencia fechada el pasado 3 de diciembre que deniega al Ayuntamiento de Santa Margalida su propuesta de llevar a cabo una consulta popular sobre la conveniencia de construir una nueva depuradora en Can Picafort

La Sala de lo Contencioso-Administrativo ha fallado en contra del ayuntamiento, que deberá pagar las costas de este proceso.

El consistorio decidió presentar este recurso por el impacto ambiental del proyecto en la costa del municipio, ya que además de la depuradora se habilitará un emisario submarino en la playa de Son Bauló para verter las aguas depuradas en la bahía de Alcúdia. Por ello, planteó llevar a cabo la referida consulta.

Sin embargo, el TS considera en su sentencia que la decisión de construir esta depuradora de aguas residuales es de "carácter estatal", como "muy claramente" lo expresó el acuerdo del Consejo de Ministros impugnado por el ayuntamiento mallorquín.

El 23 de febrero de 2018 el Consejo de Ministros acordó no autorizar la celebración de esta consulta popular que el consistorio decidió impugnar.

Se trata, subraya el Supremo, de un proyecto de interés general que trasciende al ámbito municipal de Santa Margalida tras la firma de un protocolo general para desarrollar esta iniciativa entre el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y el Govern balear

El pleno municipal decidió por unanimidad el 28 de septiembre de 2017 solicitar autorización al Gobierno del Estado para realizar una consulta popular y preguntar a sus vecinos si apoyaban que el ayuntamiento se opusiera por todas las vías legales a su alcance a la aprobación de la construcción de la depuradora y el emisario.

La construcción de una depuradora en Can Picafort es un proyecto que lleva años gestándose. En la actualidad el núcleo costero conduce sus aguas residuales a la depuradora de Platja de Muro. Esta estación depura las aguas de los dos núcleos pero es claramente insuficiente desde hace años. Se han producido muchos vertidos y entidades, vecinos e instituciones han alertado en numerosas ocasiones del riesgo que conlleva continuar con esta solución.

Contaminación

En plena polémica sobre los vertidos de aguas no depuradas al mar, un documento audiovisual difundido por la entidad ecologista Mallorca Blue en las redes sociales alertó en octubre de los preocupantes niveles de contaminación de las aguas de la bahía de Alcúdia a la altura del núcleo de Can Picafort debido a la mala depuración de las aguas fecales por parte de la depuradora de la platja de Muro, infraestructura construida en 1990 que no aplica el tratamiento terciario y cuyos vertidos "se infiltran y contaminan s'Albufera".