A poco más de un mes para la gran fiesta popular, el primer paso para la incorporación de las mujeres a la colla de dimonis del Sant Antoni de Manacor se dio ayer en la Escola de Mallorquí de la capital del Llevant. Allí, los y las aspirantes a formar parte de la comitiva festiva participaron en un curso organizado por el Patronat de Sant Antoni con el objetivo de seleccionar a los candidatos y candidatas más aptos para representar a las diferentes figuras en caso de que los miembros titulares de la colla causen baja durante los actos festivos.

En total, se habían inscrito al taller ocho mujeres de Manacor, aunque ayer solo se presentaron siete. En principio, tres de ellas optan al cargo de baciner, otras tres aspiran a representar al dimoni petit, mientras que una de ellas se ha presentado para ejercer de Sant Antoni y otra para encarnar a la figura más emblemática de la fiesta: el dimoni gros.

El resto de aspirantes fueron hombres hasta completar la cifra de seis candidatos (tres hombres y tres mujeres) para cada figura, si bien se produjeron bastantes vacantes, una circunstancia que extrañó a los miembros del Patronat de Sant Antoni y a las propias mujeres que han dado el paso. El protagonista más solicitado es el dimoni petit, la única figura con seis aspirantes.

El curso consistió en una parte teórica que se celebró por la mañana en la que recibieron explicaciones sobre los orígenes de la fiesta popular más importante de la ciudad y en una parte práctica en la que los aspirantes tenían que demostrar sus dotes de baile bajo la mirada de una serie de profesores que debían evaluar sus movimientos. Este diario intentó obtener imágenes para dejar constancia de los bailes, aunque el Patronat vetó la entrada del fotógrafo.

Durante un receso de la prueba teórica, las mujeres candidatas a formar parte de la colla de dimonis explicaron sus sensaciones sobre cómo debe ser su participación en la fiesta de Sant Antoni. En este sentido, explicaron que la iniciativa de este año "era necesaria para el pueblo y el Patronat, hacía falta esta apertura a la participación de las mujeres", aunque no ocultaron su sorpresa ante el hecho de que solo se hayan presentado ocho féminas a las pruebas. "Pensaba que se presentarían más mujeres, ya que ha habido plazas vacantes; a la hora de la verdad, la gente no viene", lamentaba una de ellas, crítica con la "poca promoción que se ha hecho de la iniciativa".

La mayoría coinciden en que la igualdad debe imponerse en las fiestas populares. "No es un logro para nosotras, sino para nuestros hijos, que ya verán unas fiestas igualitarias", apunta una de las aspirantes. "Pues yo creo que también es un logro de ahora", rebate otra de ellas.

Por su parte, el baciner Mateu Juan señaló que "ya no hay marcha atrás" en el proceso de incorporación de la mujer a la fiesta manacorina y añadió que "posiblemente veamos algún día a un dimoni gros mujer, ¿por qué no?". No obstante, Juan cree que la figura del baciner es la más adecuada para ser representada por una mujer porque "ellas saben gestionar mejor".