Las numerosas partes personadas en la causa por el descarrilamiento del tren de Inca en Sineu, ocurrido el 19 de mayo del 2010, han llegado a un acuerdo por lo que el juicio previsto para hoy se hará en conformidad. Según el pacto, los hechos, que estaban calificados como delito de imprudencia, pasan a ser una falta de imprudencia, actualmente destipificada.
Las compañías de seguros de las empresas, técnicos y de SFM implicadas en el accidente se harán cargo de las indemnizaciones a las víctimas, dos de las cuales, el conductor y el interventor del tren sufrieron lesiones graves, algunas de ellas con severas secuelas.
El accidente ocurrió a la entrada de la estación de Sineu en una zona de trinchera, donde se habían acumulado las rocas y otros materiales de un muro que se había derrumbado.
En la causa estaban acusados 7 ingenieros, un responsable de obras y un delegado de SFN que intervinieron en la construcción y mantenimiento del muro que se derrumbó.
Otras decenas de pasajeros resultaron heridas y serán debidamente indemnizados.
Las indemnizaciones reclamadas superaban los dos millones de euros, debido a las secuelas de las principales víctimas.
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