El ayuntamiento de Calvià ha concedido una licencia a la propiedad eclesiástica del oratorio de Portals Nous para instalar un cerramiento en la parcela donde se ubica esta pequeña iglesia, en primera línea de uno de los tramos de costa más cotizados de Mallorca.

Durante los últimos años, vecinos de la zona han mantenido varias controversias con el cura del oratorio, motivadas sobre todo por la intención de la propiedad de impulsar un proyecto de nuevo restaurante al borde de un montículo. Un plan que fue rechazado por una junta de gobierno local en la pasada legislatura.

Los residentes se han quejado de un creciente uso privativo de este singular espacio costero, que solía ser frecuentado por turistas y vecinos por sus vistas panorámicas. Hace tres años, unos vecinos ya denunciaron la instalación de un vallado sin la preceptiva licenciadenunciaron la instalación de un vallado sin la preceptiva licencia, lo que motivó la intervención de un celador municipal que levantó acta al constatar que carecía de la autorización correspondiente. El informe del funcionario municipal concluyó que las obras para colocar vallas se habían efectuado sobre un "área de respeto y control", contemplada en el catálogo de bienes a proteger.

Ahora, el Ayuntamiento -gobernado por PSOE y la coalición Podemos-Més- sí ha otorgado una licencia para vallar el perímetro "al cumplir con los requisitos que marca la normativa". Fuentes municipales explicaron que, "legalmente", la administración no puede negarse a que alguien quiera realizar un cerramiento de su propiedad.

En todo caso, el Consistorio quiso subayar que "estará vigilante para garantizar en todo momento el acceso público al mar". Cabe recordar que desde la ermita del oratorio, situada sobre un promontorio encima de la playa de Portals del mismo nombre, se puede llegar hasta la costa bajando por un sendero. En el arenal, hay un chiringuito de playa que es propiedad de la rectoría. Por otro lado, en los últimos días, vecinos de Portals habían observado con preocupación una tala de pinos en el entorno del oratorio. Consultado al respecto, el Ayuntamiento aclaró que esos árboles se situaban en un solar colindante con la ermita, de otra propiedad, y señaló que la tala había sido autorizada por motivos de seguridad. Los pinos, según la versión municipal, estaban demasiado inclinados y suponían un peligro para los viandantes.

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