El equipo de gobierno de Santa Margalida, integrado por Convergència-El Pi y el PP, rechazó en el pleno del pasado jueves una moción presentada por el principal grupo de la oposición, Suma pel Canvi, mediante la que instaba al Ayuntamiento a remitir las facturas del agua potable a todos los abonados de la localidad.

Este grupo argumentó que el Ayuntamiento es la institución competente a la hora de emitir los recibos donde figuran los diferentes importes y las cantidades de agua consumidas, ya que en la Vila el servicio de suministro de agua es gestionado directamente por la corporación municipal. "No obstante, ya hace tiempo que no llega el pertinente recibo a los domicilios de Santa Margalida, y debemos tener en cuenta que disponer de la factura es uno de los derechos de los consumidores", apunta la coalición integrada por Independents y PSOE, que también destaca que el reglamento municipal aprobado en 2013 determina que el cliente tiene derecho a recibir las facturas.

Asimismo, la moción de Suma pel Canvi también instaba a realizar los trámites oportunos para que los abonados puedan descargarse los recibos de forma electrónica y a publicar en la web municipal las analíticas completas del agua suministrada.

El alcalde de Santa Margalida, Martí Fornés (PP), afirmó que el voto negativo del equipo de gobierno era un "no condicionado a la puesta en marcha de alguna iniciativa encaminada a facilitar los recibos a los clientes sin necesidad de enviar más de 1.500 cartas, ya sea a través del banco o de forma telemática". Fornés recordó que los abonados tienen la posibilidad de obtener la factura en el Ayuntamiento.