Un vecino de BinissalemSegún explica, él mismo ha sufrido los efectos de dicho reglamento y tuvo que protestar airadamente ante el consistorio para que no se le imputaran unos gastos que, a su entender no son suyos y de los que, ni siquiera es responsable.

Los hechos se remontan al pasado 30 de julio, que es cuando, según se puede leer en un comunicado, la empresa gestora de las aguas municipales, Antonio Gomila, SA, se indica haber detectado una avería en la tubería de acometida interna que provoca pérdida de agua en el suministro del cliente Felip Lladó.

El comunicado continúa diciendo que el 19 de agosto se envió una carta certificada al cliente para que, en el plazo de 48 horas, realizara la reparación, o, tal y como establece el reglamento, se procedería al cierre de la llave de paso.

Queja

El afectado asegura no haber encontrado tal notificación, y tras personarse en las oficinas de la empresa y hacerles saber que hablaría con el Ayuntamiento, afirma que le dijeron que el Ayuntamiento no podría intervenir.

Según declara el afectado, lo curioso del caso es que la tubería rota está situada fuera de su casa, bajo la acera, a más de medio metro de su contador, y, tal y como se ha hecho toda la vida, dice, de las averías de puertas hacia fuera no se hace cargo el particular, sólo de puertas hacia adentro.

Felip Lladó cree que con el nuevo reglamento de la empresa esto ha cambiado, y ya son varios los vecinos del pueblo que han tenido que pasar por este mismo problema. Un hecho que días después también reconoció el propio alcalde, Víctor Martí.

Al final, después de hacer gestiones, desde la alcaldía de Binissalem se pusieron al frente de hacerse cargo de la reparación, y fue, precisamente, durante las obras, según afirma Lladó, que pudieron comprobar que la tubería se había roto debido al paso de los camiones y ambulancias que circulan, a diario, por esa calle en dirección al Centro de salud. Dichos vehículos, la mayoría de veces, se ven obligados a subir sobre la acera debido a la estrechez de la calle.

Lladó dice que convendría que el Ayuntamiento revisara este reglamento y vigilase "para que los binissalemers no se vean perjudicados con situaciones injustas como esta".